Desde el centro de tratamiento del alcoholismo BEDA Bierzo apuntan que el consumo temprano de alcohol es un riesgo en cualquier época del año. Aunque es cierto que en verano, al tener más tiempo libre, los jóvenes pueden consumir más alcohol, este hábito perjudicial es muy frecuente entre menores independientemente de la estación. María Bretaña, psicóloga clínica de BEDA, apunta que el consumo excesivo de alcohol por parte de los jóvenes está muy extendido y refleja un alto riesgo. “El problema es asociar la diversión con beber alcohol”, insiste Bretaña, “hay que poner el punto de mira en el excesivo consumo generalizado”.
Además, en BEDA alertan del riesgo de consumir bebidas alcohólicas para conseguir un objetivo concreto –"para estar más relajado, para bailar mejor, para desinhibirse, perder la vergüenza, ser más gracioso o incluso ligar"-, porque este comportamiento lleva a una repetición, lo que genera dependencia a largo plazo, con todos los perjuicios que ello conlleva.
“Consumo por atracón”
El concepto “consumo por atracón” hace referencia a la ingesta de gran cantidad de alcohol en poco tiempo y es el consumo más frecuente entre los jóvenes de 14 a 18 años. BEDA advierte que este consumo por atracón incrementa notablemente los problemas físicos y cognitivos asociados al alcoholismo. “Los menores desconocen el verdadero riesgo, al ser un hábito tan introducido en la sociedad”, indica María Bretaña. Además, el consumo por atracón suele estar asociado al consumo de otras drogas, tendencia conocida como “policonsumo”.
Según el Ministerio del Interior, el consumo de alcohol suele iniciarse en España alrededor de los 13 años. En este sentido, es importante señalar que “en menores de 18 años, cualquier consumo es irresponsable y de riesgo”, tal y como alerta la psicóloga clínica de BEDA. Si bien es cierto que, según múltiples encuestas, “la tendencia global es descendente”, el consumo de alcohol en menores es “alarmante y muy elevado”, reiteran desde el centro.
En cuanto a distinción de género, las encuestas indican que entre los 14 y los 16 años las mujeres presentan un mayor porcentaje que los hombres en consumo de alcohol, especialmente en el caso del consumo por atracón.
En conclusión, desde BEDA insisten en el riesgo que conlleva tomar bebidas alcohólicas en la juventud y hacen hincapié en que “divertirse no es sinónimo de emborracharse”. Además, María Bretaña reivindica la necesidad de poner el foco en este problema social durante todo el año, no solo cuando se acerca el periodo vacacional.