En estos términos, la Fiscalía de Ponferrada constata que los acusados convencieron a la mujer, a través de su suegra, y así viajar a España con el fin de trabajar como camarera. Tras el viaje a España y la llegada al país, la Fiscalía considera que la mujer ejerció la prostitución en contra de su voluntad con un horario enmarcado entre las 18 horas hasta las 5 de la madrugada, sin poder ir sola a la calle.
“Esta situación finalizó el día 21 de enero de 2017, a las 21:00 horas con motivo de una inspección realizada en el citado Club, por la Brigada Local de Extranjería y Fronteras de la Comisaria de la Policía Nacional de Ponferrada, manifestado en ese momento a los agentes que se encontraba allí retenida en contra de su voluntad. Como consecuencia de tales hechos, el testigo protegido, ha recibido apoyo psicológico, con tratamiento psicofarmacológico por problemas de sueños, presentando una sintomatología ansiosa, invirtiendo en su curación 15 días”, señala la acusación.