Bodegas y Viñedos ficha al enólogo Nacho Álvarez -quien consiguiera el título de 'mejor godello' del España y del mundo para Avancia-, quien ya está detrás de la elaboración de la nueva añada 2018 del Capricho Godello y Capricho Rosado. Él ha querido mantener el carácter y el espíritu que identifica a estos vinos pero con un toque personal que queda patente en algunos cambios en su forma de elaboración y dando lugar a un blanco y a un rosado más frescos y con mayor intensidad de sus aromas primarios, que son aquellos que provienen de la cepa.
"El cambio no ha sido drástico porque hay que mantener las estela que ya tenían el Capricho Godello y Rosado", defendió Álvarez, que explicó que han introducido cambios "enológicos físicos" con la utilización de prensas neumáticas y congelaciones de uva para hacer una elaboración más técnica que extraiga más aroma y estructura en ambos vinos.
Para el godello han utilizado las mismas parcelas que venían utilizando en años anteriores, pero para el rosado han utilizado una parcela más joven a una altitud mayor para aportarle más frescura y para que sea más fácil de beber, acorde a los gustos del mercado actual.
El Capricho Mencía es un 100% mencía, del que se sacan al mercado unas 6.500 botellas del 2018 y para cuya elaboración se opta por una vendimia manual, congelación de la uva en un camión frigorífico durante 24 horas, prensado y sangrado hasta obtener ese brillante color rosa pálido, de piel de cebolla. A partir de ahí, se fermenta en acero inoxidable con lías con método battonage francés durante tres meses.
Para el Capricho Godello, que también es un monovarietal de esta variedad, recurren también a la vendimia manual y congelación de las uvas durante 24 horas. Para lograr una mayor estructura y untuosidad en este blanco, Nacho Álvarez, se hace una fermentación y con movimiento de lías durante ocho meses en acero inóxidable. "Es más o menos lo que se venía haciendo anterioremente, pero ahora con más volumen y estructura con el movimiento de lías", apostilla.
Son pequeños cambios que se notan en la nariz, con esa mayor concentración de primeros aromas, y en la boca, con menos azúcar residual (de cuatro o cinco gramos a sólo dos) y un final más largo.
Del blanco sacarán al mercado un total de entre 35.000 y 40.000 botellas, con la previsión de aumentar la producción el próximo año de cara a intensificar su presencia en el mercado exterior y con acuerdos para llevar sus vinos a Estados Unidos.
