En esa misma línea, pidió a sus jugadores el máximo esfuerzo de la plantilla con la intención de hacer que su estadio se convierta en un campo inexpugnable: “Jugar en El Toralín tiene que ser complicado para todos los rivales porque nosotros se lo hagamos pasar mal. Debemos tener los pies en el suelo y humildad”, puntualizó el técnico bilbaíno, que no quiere levantar falsas expectativas después de no conocer la derrota en el inicio liguero. Prefiere ser cauto de cara al tercer duelo de rivalidad regional consecutivo: “Tenemos que estar preparados para todos los escenarios que pueda haber en el partido”.
En cuanto a varios problemas que han afectado en las últimas semanas al equipo, el preparador vizcaíno no quiso exponer ninguna queja después de que sus jugadores no hayan podido entrenar en el Anexo y hayan tenido que hacerlo en Compostilla por haber sido replantado el césped la última semana. “La próxima estará listo”, explicó Bolo, que espera contar pronto con Edward Bolaños, cuya ficha no ha sido aún tramitada: “El club lleva los papeles y habla con la Federación. Esperamos que pueda estar con nosotros”, precisó.
Por otro lado, Bolo reclamó tranquilidad con la incorporación de Luisma Villa al equipo después de no poder jugar en el tramo inicial del curso: “Ya no tiene molestias. Ahora tiene que hacer una mini pretemporada y también contaremos con él en breve”, explicó el míster vasco, que se mostró, como viene haciendo desde la pretemporada, satisfecho, con la configuración del plantel deportivista: “Estoy encantado con toda la plantilla. Cada jugador va a tener su oportunidad de jugar”, rubricó.