Carbunión asegura que el carbón seguirá siendo necesario como respaldo a la renovables hasta 2030

En Carbunión esperan que la Administración, "encuentre las vías necesarias para ayudar a la supervivencia de un sector capaz de generar riqueza y puestos de trabajo en unos entornos que, sin la minería del carbón y las centrales estarían condenados a la depresión y el ostracismo".

09 de Abril de 2018
Actualizado: 12 de Abril de 2018 a las 10:40
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carbón

El pasado 2 de abril, la Comisión de Expertos creada por mandato del consejo de Ministros con el fin de elaborar un informe que recogiera un conjunto de escenarios sobre la evolución del sector energético, entregó sus conclusiones al Ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital.

En el citado Informe se articulan una serie de propuestas de política energética a partir de los escenarios desarrollados en el mismo, con horizonte 2030 en un caso y 2050 en otro. Todo ello enmarcado dentro de la denominada Transición Energética, que conlleva una drástica reducción de emisiones.

El Informe plantea el mantenimiento de las centrales térmicas de carbón en el mix de generación como respaldo imprescindible a las energías renovables, asegura la empresa Carbunión. "Estas centrales aportan la disponibilidad y firmeza necesarias para garantizar el suministro. Además, su contribución supone un freno importante al encarecimiento de la factura eléctrica que se produciría de optar por otras formas de generación, como por ejemplo el gas natural". El Informe lo cifra entre un 14 y un 30%, en función del escenario escogido.

"Desde Carbunión hemos defendido siempre la necesidad de dar utilidad a nuestro carbón autóctono y lo continuaremos haciendo. Con más razón aún si la alternativa pasa por aumentar las importaciones de gas. El cierre de las térmicas de carbón supondría, además, nuevas inversiones en otro tipo de centrales de respaldo".

En Carbunión esperan que la Administración, "que se muestra claramente favorable hacia el aprovechamiento de este recurso autóctono, encuentre las vías necesarias para ayudar a la supervivencia de un sector capaz de generar riqueza y puestos de trabajo en unos entornos - las comarcas mineras- que, sin la minería del carbón y las centrales térmicas, estarían condenados a la depresión y el ostracismo".