En ese sentido, el libro recupera los últimos suspiros de los dos principales valles de la sierra de Ancares en la década de los setenta y ochenta del siglo XX, poco antes de apagarse con el progreso y la despoblación. “El porvenir de Ancares, como el de tantas otras identidades injustamente marginadas, es incierto”, aseguró el autor, que consideró que, “de persistir la tónica, en unas décadas los pueblos quedarán relegados a segundas residencias”. “Asistimos a la agonía de costumbres arraigadas en una profundidad de milenios y cuando una cultura ha de renunciar a las fuentes ancestrales de subsistencia, entonces ya no se trata de vivir sino de sobrevivir”, afirmó Martinferre.
Montañero e investigador, Martinferre emprendió en 1989 la titánica misión de compilar la toponimia autóctona y al intrahistoria de todos los valles del Bierzo. Además de su faceta de escritor, el autor también ha ejercido como articulista de prensa y como fotógrafo. De hecho, su obra analógica en blanco y negro es ampliamente valorada.