Por ello, los leonesistas piden a la administración que lidere una transición energética adaptada a las necesidades del territorio y al servicio de las personas y los pueblos, alegando que “un territorio como es El Bierzo, León o el conjunto del noroeste ibérico, con grandes problemas económicos y de despoblación, requiere de soluciones que generen riqueza y empleo a corto, medio y largo plazo, pero no a base de vender los terrenos que secularmente han pertenecido a las juntas vecinales en un intento desesperado de salir hacia adelante sin mirar las consecuencias inmediatas que esto puede tener”.
De este modo, desde CCRL en El Bierzo piden sensibilidad y altura de miras para no “plantar ventiladores” u otro tipo de energías renovables en cualquier sitio, por lo que proponen que se reutilicen terrenos explotados por la minería como la Gran Corta de Fabero, “donde el impacto ambiental sería desde luego mucho menor que colocar aerogeneradores en Urdiales de Colinas o Pardamaza”. Por todo lo expuesto, el colectivo leonesista exige que las zonas productoras de energía como El Bierzo tengan beneficios fiscales directos para sus habitantes en cuanto al precio de la energía o el agua, así como que los proyectos energéticos que se ejecuten sean “para cubrir las necesidades reales de la población de estas comarcas y no las de grandes ciudades”.