La Audiencia ha considerado probados los hechos de que el segundo entrenador del equipo, que responde a las iniciales P.M.F. convenció a su novia A.F.G. -entonces jugadora del equipo- para grabar a las menores sin su permiso en baños y vestuarios, según informa el diario El Comercio. La lacianiega y su pareja han incurrido en delitos de uso de pornografía de menores, de captación de menores, de vulneración de la intimidad y de posesión de pornografía infantil, este último solo en el caso del hombre.
En cualquier caso, el juez ha validado las supuestas "alteraciones mentales" del hombre como atenuante, por "una evidente desviación del objeto sexual hacia niños y fetichismo". Asimismo, ha admitido la reparación del daño a las víctimas, a quienes el acusado pagó 16.000 euros por responsabilidad civil. Por su parte, la mujer natural de Villablino ha recibido una condena de 18 años de libertad vigilada y una orden de alejamiento respecto a las víctimas con vigencia de tres años, teniendo en cuenta los atenuantes de confesión de los hechos y la reparación de los daños.