Mario de la Torre / El presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Francisco Marín
El presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Francisco Marí, junto al diputado provincial y alcalde de Carracedelo, Raúl ValcarceEl presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Francisco Marín, ha acudido este lunes a Ponferrada para explicar las novedades que se recogen en el nuevo texto del Plan Especial de gestión de Sequía (PES). Durante la visita, Marín ha hecho balance de la situación actual de la cuenca y ha asegurado que, a pesar de la sequía y de haber llovido un 20% menos de lo normal en esta época del año, "estamos mejor que el año pasado, cuando había llovido un 40% menos".
"El nivel de agua embalsada es mayor que el del pasado año gracias a las precipitaciones y a la nieve caídas en enero", ha asegurado. Además, las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) marcan de nuevo lluvia y nieve para esta semana en El Bierzo, "por lo que esperamos una mejora para los próximos meses". A principios de febrero el pantano de Bárcena había aumentado hasta el 43% de su capacidad (147 hm3), después de alcanzar su mínimo del año en enero de 2017 al 22% (78hm3).
El otoño de 2017 registró los datos más bajos de precipitaciones, lo que llevó a la CHMS a declarar el 2 de octubre la alerta por sequía en toda la Comarca, una situación que venía precedida por una prealerta desde la primavera por el mismo motivo y por las altas temperaturas, como el récord que se alcanzó en Ponferrada de temperatura más alta en octubre con 32,4ºC.
A mediados de enero la Confederación Miño-Sil rebajó el nivel de alerta por sequía a prealerta, siendo esta cuenca la única de los seis sistemas de demarcación que pudo hacerlo gracias al aumento de lluvias, como informó el presidente de la CHMS, Francisco Marín.
Plan Especial de gestión de Sequía (PES)
En cuanto al nuevo texto explicado este lunes en la capital del Bierzo, su objetivo principal es atender la disponibilidad de agua requerida para asegurar la salud y la vida de la población y minimizar los efectos negativos de la sequía sobre el estado ecológico de las masas de agua, en especial sobre el régimen de caudales ecológicos, evitando efectos adversos permanentes sobre el ecosisitema.
Las principales mejoras del PES es que ahora se diferenciará entre sequía prolongada -falta de precipitaciones y aportaciones- o escasez coyuntural -dificultad para la atención a las demandas. Para ello se introduce un doble sistema de indicadores más robustos que permitan una mejor caracterización de ambos fenómenos.
Por otra parte, permitirá una valoración separada de la sequía prolongada o de escasez coyuntural en cada uno de los seis sistemas de explotación y un indicador global, a través de los que se mejorará la gestión de estos fenómenos extremos.
Además, se facilitará la coordinación con el resto de Administraciones gracias a la creación de la Comisión Permanente de la Sequía como órgano de gestión de las situaciones extraordinarias.
Modernización de regadíos
Por otro lado, Marín valoró el proyecto de modernización de regadíos del Canal Bajo del Bierzo que lidera la Junta como el “último tren” para un territorio en el que las comunidades de regantes tienen una importancia capital debido al potente sector agrícola de la comarca. “Espero que se encuentre una solución satisfactoria”, aseguró el presidente de la Confederación Miño-Sil, que forma parte de la mesa de trabajo que está trabajando en el proyecto.
En la misma línea, Marín recordó que la instalación de contadores para controlar el agua consumida por los regantes es “una exigencia de la UE”. “Tenemos que saber cuánta agua consumimos para establecer unas dotaciones que se correspondan con las necesidades”, explicó.