¿Conocías la Ruta de los Elefantes de Ponferrada? La 'ronda' (y la trompa) en pleno corazón de una 'ciudad del dólar'

Aunque ya no se puede disfrutar de aquellos bares, hacemos un repaso por la memoria colectiva de aquella Ponferrada del dólar y sus míticos bares y bodegas donde tantos buenos ratos compartieron los bercianos entre rondas y vasos de vino

07 de Diciembre de 2022
Actualizado: 13 de Diciembre de 2022 a las 12:06
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Aunque ya no se puede disfrutar de aquellos bares que fueron míticos en los 50' y 60' (algunos llegaron a los 90'), hacemos un repaso por la memoria colectiva de aquella Ponferrada 'del dólar' y sus míticos bares y bodegas donde tantos buenos ratos compartieron los bercianos entre rondas y vasos de vino

Foto antigua donde se pueden ver el Bar Moderno y Bar Caballero

 

No es ningún secreto que en El Bierzo y Ponferrada hay una enorme cultura de bares, de salir 'a tomar una' -aunque siempre cae alguna más-, de cenar de pinchos y de buenos ratos compartidos al rededor de una mesa. Esta costumbre perfeccionada durante años, guarda numerosos entresijos y rutas para disfrutar de las consumiciones en tascas, tabernas y bares, como es el caso de la Ruta de los Elefantes, ubicada en la capital berciana, entre la Plaza Lazúrtegui y la Calle Real.

El nombre tiene dos posibles explicaciones: la forma de trompa de elefante que crean los distintos establecimientos que la conforman sobre el plano de la ciudad o, para algunos más malpensados, por la 'trompa' con la que acabas tras disfrutar de una consumición en cada local. Sabiendo esto, cada uno puede interpretar el nombre a su gusto.

Esta ruta, rescatada con la ayuda de Lolo Tataro y Destilería Bar, recorre 20 tascas y bares que estaban abiertos en 1956 con citas sobre sus curiosidades, tradiciones y peculiaridades.

 





 
 

 


Comenzando en la Plaza Lazúrtegui, el primer bar es 'El Caballero', donde si no tenías dinero, podías pagar pisando uvas; el siguiente es el 'Bar Sevilla', ubicado junto a la parada de taxis, tenía un sitio reservado para cada uno de ellos; 'El Bolo' es el siguiente, contaba con un vestíbulo, un patio y un comedor; 'Astorgano I', además de buen vino, su dueño siempre recibía a los clientes dándoles la mano; 'La Barra', si topabas con Ceferino, ya tenías tabarra; 'Gauchín', tanto la esposa como la hija te servían un buen 'gotín'; 'El Pato Blanco', Salvador siempre se enredaba contigo tomando un blanco; 'Astorgano II', se relevaban hijo y yernos para darte el mejor vino del mundo; 'Baltasar', allí la portuguesa no sabía por donde empezar; 'El Pin', jugando al 'chichi moni', siempre me toaba pagar a mí 'jolin'; 'Bodega Santos', frente a Facundo con vinos de los Barrios era otro mundo; 'Amancio', tenía bodega, pero bajabas las escaleras rodando.

Foto antigua Capilla en la Plaza El Cristo

Foto antigua Plaza Lazurtegui

 

Al otro lado de la calle, 'La Virgen', para tomar un vino había que bajar unas escaleras, no había otro camino; 'La Fortunata', siempre había alguno que nos quería dar la lata; 'La Campana', estoy viendo a Manolo siempre de buena gana; 'Tete', con tan alto mostrador no podía ni tomar un clarete; 'El Chandeiro', tenía hasta vino de Ribeiro; 'Bodega San Lorenzo', Juan llegó a presidente de la cooperativa con todo el honor; 'La Jamba', maravillosa mujer, entre otras cualidades, con gran templanza; 'El Brasileño', hermano de mi abuela, pero no le dio ni la hijuela.

Aunque ya no podemos disfrutar de la ronda en estos íconos de la ciudad del dólar, muchos ponferradinos tendrán innumerables recuerdos de estas bodegas y bares que enriquecían la ciudad durante su época de mayor crecimiento.

 

Foto antigua calle El Cristo