Cristóbal Halffter presenta en Ponferrada su libro 'Una vida para la música', dónde la música pasa del pentagrama a las palabras

El compositor y director de orquesta presenta en Ponferrada un volumen en el que sus memorias personales conviven con “una mirada al corazón de la música”

04 de Octubre de 2017
Actualizado: 26 de Octubre de 2017 a las 11:16
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La interminable historia de amor entre el compositor y director de orquesta Cristóbal Halffter y la música queda desde este miércoles plasmada blanco sobre negro en las páginas de 'Una vida para la música', el libro que ofrece, a través de las memorias personales de uno de los músicos españoles más prestigioso y respetado alrededor del mundo, una “mirada al corazón de la música”, desde el punto de vista de la creación y la composición. El autor confesó hoy, durante la presentación del volumen, que tuvo lugar en el Museo de la Radio de Ponferrada, que su mujer y su hija fueron las que le convencieron para escribirlo tras un percance que le obligó a estar postrado en la cama durante tres meses, algo que a sus 87 años consideró “beneficioso”. “Es como un parón en mi carrera”, resumió con una sonrisa.

Al respecto, Halffter explicó que, durante ese tiempo, “la música tuvo que esperar”, mientras no disponía de un atril especial que le permitiera continuar con su actividad habitual pese a la lesión sufrida en la pelvis. “La literatura se puede escribir con mala letra y se entiende igual, pero en la música, si escribes un punto en una línea es un Sol y si lo escribes en un espacio es un La”, afirmó el compositor, que consideró que “si te tiembla el pulso y se cambian cosas, ya no es tu obra”.

Ante la pregunta sobre qué encuentra más difícil, escribir con notas o escribir con palabras, Halffter respondió que “las dos cosas son muy difíciles”, aunque matizó que “la música es abstracta y no cuentas nada, mientras que la literatura necesita una buena historia”. En ese sentido, recalcó que “la inspiración es un don pero lo tienes que buscar”. “Beethoven no se sentó en un claro de luna para inspirarse, sólo hubiera agarrado un catarro. Lo escribió encima de una mesa”, sentenció.

En ese sentido, el músico valoró haberse establecido hace ya más de seis décadas en Villafranca del Bierzo, desde su Madrid natal. “Gracias a vivir en el Bierzo he podido trabajar mucho”, explicó Halffter, que apreció el relativo “aislamiento” de la comarca como motivo para rehuir los “compromisos de la gran ciudad”.

La presentación de 'Una vida para la música' formó parte de los actos de celebración de la segunda edición del festival de música contemporánea que lleva el nombre de Halffter. Tras las palabras del autor, los músicos Laura Nuñez, Diego Alonso y Pelayo Tahoces interpretaron el 'Adagio para tres chelos', una pieza de las muchas que integran el amplio repertorio alumbrado por el genio musical de Halffter.

César Sánchez / ICAL El músico y compositor afincado en el Bierzo, Cristóbal Halffter, durante la presentación de su libro 'Una vida para la música' César Sánchez / ICAL El músico y compositor afincado en el Bierzo, Cristóbal Halffter, durante la presentación de su libro 'Una vida para la música'

'Una vida para la música'

El título del volumen es plenamente fiel a la trayectoria vital del compositor y director de orquesta, ligado desde la cuna al mundo de la música. Cristóbal Halffter nació en Madrid en 1930 en el seno de una familia de músicos en la que su tío, Rodolfo, era el principal exponente. Tras completar sus estudios musicales, en los años 50 forma parte de una generación que renueva la creación musical europea, junto a nombres como Boulez, Henze, Reiman o Stockhausen.

En esa misma década, abandona la capital y se traslada a Villafranca del Bierzo donde se establece junto a su mujer, la pianista villafranquina María Manuela Caro, con quien ha desarrollado una carrera musical repleta de éxitos. Entre 1955 y 1963 fue director de la Orquesta Manuel de Falla y en 1962 fue nombrado catedrático de composición y formas musicales del Conservatorio de Madrid, centro donde había cursado estudios y que dirigió entre 1964 y 1966.

Ese año abandonó el cargo para dedicarse plenamente a su carrera como director de orquesta y compositor, facetas que le han reportado fama internacional. Ha dirigido prestigiosas orquestas como la Filarmónica de Berlín, la Nacional de Francia, la Sinfónica de Londres o la Nacional de España, además de desarrollar una importante labor docente en reconocidos conservatorios. Entre sus títulos honoríficos y galardones figuran la Medalla de Oro de Bellas Artes de España, Doctor Honoris Causa por la Universidad de León y por la Complutense de Madrid, el premio Nacional de Música, el premio Castilla y León de las Artes o la medalla de oro del Instituto Goethe.