Crónica de un desatino... así perdió Ponferrada la Puerta del Paraisín en 1940

El alcalde Bonifacio Álvarez, tras informarse con los técnicos municipales del nulo valor artístico, autorizó su demolición. El permiso para el derribo fue autorizado desde León por la Comisión de Monumentos.

07 de Junio de 2013
Actualizado: 09 de Marzo de 2015 a las 19:56
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La puerta o arco del Paraisín con su torre, se encontraba situada en la calle que todavía lleva el mismo nombre. También llamada de Nuestra Señora de la Portería porque según cuenta Fernández, “al igual que las demás puertas de la villa, en ella se encontraba una imagen religiosa desde el siglo XVI.

Su mantenimiento corría a cargo, desde la Edad Media y durante la Edad Moderna, de los concejos de Bárcena, Paradela de Muces y Carracedelo.

Además, hay noticias documentadas de su existencia (de la torre) en el año 1547, cuando en la sesión del 28 de febrero el vecino Oliverio González la tomó […] con la condición de que si en algún tiempo la villa tuviese necesidad de ella la devolvería.

El arco o puerta del Paraisín tenía una lámpara y según las investigaciones del historiador Vicente Fernández a través del testamento “de la primera mujer del famoso pintor Francisco Velázquez Vaca, Isabel Valcárcel y Tapia, quien dice que ‘la lámpara de la puerta de la villa, se enciende desde la ventana””.
En el año 1868, “la torre que remataba la puerta pasó a manos de particulares” (en concreto, a manos de la casa que habita D. José Pérez Castro) y ya anteriormente, los que se encargaban de mantener cada una de las puertas tenían permiso para modificarlas ante las necesidades que surgieran.

La puerta con su arco y lo que quedaba de la torre se mantuvo hasta el año 1940.
En aquellos años, la mayor parte de los ciudadanos estaban a favor de tirar esta puerta porque, además de necesitar reparaciones, “por ser tan bajo, en las procesiones había que bajar las imágenes”. También dificultaba el paso de los camiones y carros que transportaban hierba y cereales. “El 1 de mayo (de ese mismo año), José Bardón Arias, en representación de los hermanos Díaz Porras, solicita al Ayuntamiento la demolición del arco aprovechando la pavimentación que se estaba realizando en la calle. El alcalde Bonifacio M. Álvarez, tras informarse con los técnicos municipales del nulo valor artístico del arco, autorizó su demolición”. Es más, el permiso para el derribo fue autorizado desde León por parte del “Sr. Gobernador y de la Comisión de Monumentos”.
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