La dirección de Ciudadanos ha creado un comité que centralizará las negociaciones para formar gobiernos autonómicos y locales tras las elecciones de este domingo, con los principios defendidos hasta ahora por el partido pero sin criterios generales previos, por ejemplo sobre no pactar en ningún caso con el PSOE o sobre la entrada o no de Vox en esos gobiernos.
En rueda de prensa tras la reunión de la dirección de Ciudadanos, la portavoz nacional, Inés Arrimadas, insistió en el mensaje de que el partido se toma "muy en serio" esas negociaciones, se analizará la situación y las circunstancias en cada caso, y los avances serán lentos.
La valoración que hacen de las elecciones es que Ciudadanos crece siempre que se abren las urnas respecto de las mismas elecciones anteriores, y que "se consolida como partido de gobierno" con un papel "clave" en importantes comunidades autónomas y capitales, entre ellas Madrid. De 1.500 concejales han pasado a casi 3.000, los diputados autonómicos se duplican y los europarlamentarios se multiplican por cinco.
Además, insistió, ha sido el crecimiento de Ciudadanos el que, pese al "batacazo" del PP, permite, por ejemplo, que la ciudad de Madrid no afronte "cuatro años más de Carmena" y arrebatar el Ayuntamiento "al populismo", que podría causar un "daño irreparable".
La concreción de los pactos de gobierno se abordará en un Comité Nacional de Negociación de Gobiernos que estará comandado por el secretario general del partido, José Manuel Villegas, coordinado por José María Espejo, y en el que estarán otros dirigentes nacionales, como los responsables de Organización y de Comunicación. Ese Comité se coordinará con los dirigentes de los territorios y formulará sus propuestas a la dirección nacional, a la que irá informando puntualmente de la marcha de las conversaciones en cada lugar.
Arrimadas se remitió a ese Comité y a su primera reunión, este martes, para aplazar cualquier información sobre las posibilidades de que Ciudadanos gobierne con el PP o el PSOE por ejemplo en Castilla y León o Aragón, donde se abren ambas opciones, o sobre si están dispuestos a que Vox entre en los gobiernos en aquellos lugares donde sus votos son esenciales.
Pidió "calma y seriedad" a la hora de afrontar unas negociaciones que afectarán a la vida cotidiana de millones de españoles, y dejó claro que la dirección no ha abordado la situación concreta de ningún territorio.
Desde Ciudadanos insisten en que los criterios generales son los mismos que eran antes de las elecciones, es decir, que el socio prioritario es el PP y que con el PSOE es "muy difícil" llegar a acuerdos mientras Pedro Sánchez sea secretario general y gobierne con el apoyo de "populistas y nacionalistas", salvo que haya algún "disidente" que se desmarque de esa política. Sin embargo, no cierran la puerta con claridad a esa opción y dejan en manos del comité negociador el análisis de cada caso.
Lo mismo ocurre con la entrada de Vox en los gobiernos. Arrimadas señaló expresamente el ejemplo de Andalucía, donde el pacto de gobierno es entre el PP y Ciudadanos y no hay consejeros de Vox a pesar de que sus votos fueron cruciales para la investidura de Juanma Moreno. Sin embargo, insisten en que será el comite negociador el que analizará cada caso sin cerrar ninguna puerta de forma previa.
Preguntada por los resultados en Cataluña, Arrimadas insistió en la necesidad de comparar cada proceso electoral con el mismo previo, no hacer comparaciones entre diferentes comicios. No se puede "asumir el marco mental de los independentistas" y comparar el resultado de unas municipales con el de unas autonómicas, aseguró, para negar que Ciudadanos haya perdido votos y subrayar, por el contrario, que respecto a las anteriores municipales crece.
También crece en la ciudad de Barcelona, insistió, comparando con las anteriores municipales, aunque el crecimiento de ERC "no es buena noticia para los constitucionalistas" porque su deseo es que la ciudad sea "capital del conjunto de España y de Europa".