Los 29 trabajadores de la empresa auxiliar anunciaron el pasado mes de diciembre una huelga indefinida para lograr un nuevo convenio colectivo; protestas que se intensificaron esta semana, cuando anunciaron que se concentrarían frente a las oficinas de la empresa durante los días 8, 9 y 10 de enero para "forzar a la empresa a dar algún tipo de respuesta".
Tras la primera concentración, algunos trabajadores se adentraron en las oficinas, "de las que no saldremos hasta obtener alguna oferta económica que no sea la callada por respuesta”, afirmó el representante del sindicato de Construcción y Servicios de CCOO en el Bierzo, Alfredo J. Peláez.
Tras el intento de desalojo, el PCE ha manifestado su apoyo a los trabajadores de Nervión y ha denunciado la impasividad de Endesa. "El bloqueo al que se encuentra sometido el convenio es un nuevo ataque a los empleados de las auxiliares de Endesa" y piden "la implicación de las autoridades a distintos niveles".
Los comunistas afirman que la situación demuestra el desequilibrio en las relaciones laborales, que a su juicio favorecen “desproporcionadamente a la parte empresarial”. "Es el peor momento para paralizar el convenio, a unos meses del cierre definitivo de la central". Estas cuestiones ponen para el PCE dos asuntos sobre la mesa: Por un lado, la necesidad de derogar las reformas laborales que “atentan contra los derechos de los trabajadores/as”. Por otro, la necesidad de una “alternativa industrial para la comarca, que palie el desmantelamiento del sistema minero energético con industria pública, única alternativa de reindustrialización efectiva”.
Los desequilibrios para Isabel Maroto, secretaria comarcal, también se manifiestan "en la intimidación a los trabajadores que los efectivos de la Guardia Civil han realizado a petición de la empresa". Un intento de desalojo, que "felizmente", en opinión del PCE, "no ha sucedido". "Presiones que se unen las dificultades para realizar asambleas obreras por parte de la compañía".
Además, el PCE ha añadido en un comunicado que "la protesta demuestra que pocos, pero unidos, aún en las peores situaciones, pueden luchar y demostrar la dignidad obrera”. Según Maroto, la empresa se aprovecha de "una situación agónica", de la que los sindicatos llevan mucho tiempo advirtiendo.
La formación ha expresado su apoyo a todas las medidas de presión que las y los trabajadores pongan en marcha. A este mensaje se suman también desde Izquierda Unida de El Bierzo. Además, Agure Bilbao, coordinadora comarcal ha manifestado su "rechazo frontal a como se está llevando el proceso de cierre sin alternativas que vive la comarca", que califican de traición energética.