Foto: ArchivoPreviamente, el detenido había denunciado a su casero por robarle, presuntamente, 1.500 euros de su habitación. Tras ello, el propietario de la vivienda pidió al denunciante que abandonara la vivienda, motivo que derivó, en la tarde del 24 de diciembre, en una discusión entre ambos durante la que el inquilino comenzó a dar golpes en el piso, llegando a romper el cristal de una de las puertas y amenazando el propietario con un trozo de cristal.
La tensión aumentó hasta el punto que el agresor llegó a lanzar una botella a la víctima, que esta consiguió esquivar, y continuó amenazando gravemente al propietario, negándose a abandonar la casa y cogiendo finalmente una navaja con la que pinchó una puerta sin cesar, continuando con sus amenazas de muerte.
Un tercer individuo, también inquilino de la vivienda, intervino impidiendo que el agresor cumpliese las amenazas y consiguiendo que la víctima se refugiase en su habitación, desde donde pudo avisar a la Policía Nacional. Los agentes procedieron a la detención del agresor a su llegada, localizándolo en las escaleras del edificio.
El arrestado, tras pasar a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 en funciones de guardia, fue puesto en libertad con cargos.
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