Los hechos fueron puestos en conocimiento por parte de la madre del menor, la cual había sido informada por el centro residencial de la posible existencia de un caso de acoso hacia su hijo.
La Policía Nacional inmediatamente comenzó una investigación para el esclarecimiento de los hechos, "comprobando que las burlas, las vejaciones y el hostigamiento continuado habían llevado a la víctima a una situación límite de depresión y ansiedad".
Las investigaciones llevaron a la detención de dos jóvenes y a la imputación como investigado de otro joven más por los hechos acaecidos. El principal actor de dichos actos ha sido puesto a disposición judicial.