El avión por control remoto que vigila El Bierzo contra incendios ha colaborado ya en 3 en un mes

Suárez-Quiñones visita el aeródromo de Pajares de los Oteros (León) para comprobar su funcionamiento

21 de Julio de 2017
Actualizado: 26 de Julio de 2017 a las 18:44
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avion-incendios635 Fotos: Carlos S. Campillo / ICAL

La aeronave no tripulada que desde el pasado día 15 realiza labores de vigilancia forestal en la comarca del Bierzo ha colaborado ya con el Centro Autonómico de Mando en tres incendios. Así lo señaló este viernes el teniente coronel Jesús Ángel del Barrio, jefe del Grupo de Obtención por Sistemas Aéres, Grosa -perteneciente al Regimiento de Inteligencia creado en 2004- que colabora con la Junta tras el convenio suscrito recientemente con el Ministerio de Defensa.

“Nuestro principal cometido es alertar de forma temprana de cualquier conato de incendio, de cualquier columna de humo que veamos durante la vigilancia forestal en la zona del Bierzo y nuestro radio de acción es de 150 kilómetros desde la base, ubicada en el aeródromo de Pajares de los Oteros”, señaló a pie de pista el militar.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, visitó este viernes las instalaciones aeronáuticas para conocer de primera mano el funcionamiento del aparato, una aeronave no tripulada (UAV -Unmanned Aerial Vehicle-) de tecnología israelí que con seis metros de longitud y ocho de envergadura logra captar y reproducir las imágenes en tiempo. No pueden superar los 436 kilogramos de peso en el despeque, con una máximo de 80 kilogramos (115 litros) de combustible, que le dan una autonomía de más de diez horas.

Cuenta con cámaras de visión diurna y nocturna MOSP (Multi-Missión Optronic Stabilized Payload), que en condiciones adecuadas, permiten detectar gente o vehículos hasta a 22 kilómetros de distancia, hacer una identificación a 15 kilómetros y reconocer a una persona a 1,5 kilómetros. Con una potencia de unos 80 caballos (CV), pueden volar a una altura máxima de 20.000 pies (6,5 kilómetros) y no se detecta a más de 1.500 metros ni por la vista ni por el oído, lo que permite “poder localizar a posibles provocadores de incendios y utilizar esas imágenes convenientemente, según se nos requiera”, remarcó el teniente coronel.

Suárez Quiñones recordó que el trabajo de este vigía aéreo se sitúa dentro de la colaboración que el Gobierno central mantiene con la Junta en materia de prevención y lucha contra incendios en diversos ámbitos y que se utilice en el Bierzo responde a que en ese territorio “hay una problemática muy relevante de incendios provocados”. En concreto, el porcentaje de fuegos provocados se sitúa en torno al 70 por ciento frente a la medida autonómica de un 50 por ciento.

En lo que va de año, la comarca berciana acumula 185 incendios forestales y 203 intervenciones del operativo establecido por la Junta. La mayoría fueron intencionados y el más grande fue el sufrido en la zona de la Tebaida, que quemó 1.200 hectáreas de las que 80 por ciento eran de monte bajo.

El consejero recordó que la aeronave no tripulada se mueve para esta misión en un espacio aéreo segregado por parte del Ejército del Aire y que al detectar un punto de calor transmite las coordenadas “para atacar cuanto antes los incendios y que no sean difícilmente controlables, más este año, con la sequedad que va a hacer que se propaguen más rápido y sean más difíciles de extinguir”.

Además, quiso hacer una nueva llamada tanto a los que provocan los fuegos como a quienes son poco cuidadosos y los causan por negligencia; “que tengan especial cuidado porque las consecuencias pueden ser muy relevantes”, dijo antes de reiterar la conveniencia de que cualquiera que vea un foco de humo avise de inmediato al 112.

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