Las obras, cuyo proyecto han realizado los técnicos del Ayuntamiento, consistirán en la señalización de recorridos, la recuperación de las pasarelas que comunican las torres y hacer visitables las dependencias de los dos pisos y el patio del castillo viejo para la celebración de eventos. Una obra que recuperará un total de 1.338 metros cuadrados y cuyo inicio está previsto para el verano de 2018.
Revitalización del casco histórico
El actual proyecto bianual es una de las 60 iniciativas que recibirá financiación del Ministerio de Fomento a través del programa del 1,5 por ciento cultural, de entre las más de 2.000 que se presentaron. Además, el proyecto de la capital berciana es el segundo que más financiación obtiene y uno de los que disfruta de un mayor porcentaje de inversión por parte del Estado.
En ese sentido, Fernández Merayo valoró las obras como “un revulsivo en la vida del Castillo” que colaborará en el objetivo de revitalizar el casco histórico de la ciudad. “Estamos muy contentos”, resumió la regidora, que avanzó que el proyecto se complementará con la actuación de la escuela taller municipal en la parte trasera de la fortaleza y en la calle Tras la Cava, cercana a la zona de la emblemática calle del Rañadero.
Al respecto, la alcaldesa confió en que la rehabilitación de estas zonas vaya aparejada a la instalación de negocios y empresas y auguró un “fuerte impacto económico en la zona”. En la misma línea, aseguró que la formación en la recuperación de patrimonio y monumentos históricos que se ofrece desde la escuela taller quiere aprovechar “un yacimiento de empleo muy importante”.