La situación que presenta el río Boeza este lunes (Víctor Alón)."Es la segunda vez este año que el agua llega hasta nuestras casas y baña por completo todas las fincas. En los últimos 50 años nunca habíamos visto una cosa igual". A escasas 24 horas de que la afluencia del río Boeza todavía mantuviese 'sepultados' gran parte de los terrenos que se ubican en el barrio ponferradino de Puente Boeza, los vecinos de la zona siguen inmersos en las labores de limpieza para intentar achicar el agua que, aún hoy lunes, sigue provocando daños materiales en sus huertas y en alguna que otra vivienda.
Muros derribados, cosechas ahogadas o gallinas muertas sólo son algunas de las huellas que la suelta del embalse del Boeza ha dejado en esta zona de la ciudad, que hoy sigue con un caudal de 200 hm3/s. Y aunque la normalidad se va restableciendo poco a poco, hay residentes que no confían en que esta sea la última vez que el agua vuelva a acecharles hasta sus hogares. Uno de los vecinos del Camino Bajo San Andrés explica a este diario la crudeza que su familia ha vivido en las últimas jornadas. "La crecida llegó hasta la carretera llegando a filtrarse el agua en nuestra bodega, donde provocó diversos pérdidas materiales y de alimentos", pues el corte de luz también estropeó un arcón donde mantenían carne, entre otras cosas. La inundación fue de tal calibre que todavía este mediodía el dueño de la vivienda seguía expectante a que la bomba de agua que colocó terminase de sacar a la superficie todo el agua que se había colado en la parte inferior de su casa.
La bomba de agua que colocó un vecino de Camino Bajo San Andrés para sacar el agua que se filtró en su bodega (Víctor Alón).
Un vecino señalando hasta dónde llegó el agua durante el fin de semana (Víctor Alón).Sin duda, las 'piscinas' que protagonizan la estampa del barrio siguen llamando la atención de todos los viandantes que cruzan el puente y que, alertados por lo sucedido, se paran para comprobar lo que el desbordamiento ha causado en las fincas. Algunos de los dueños de las mismas, que ya habían levantado muros más altos y fuertes prevenidos por una riada anterior, prefieren esperar unas jornadas más antes de intentar recuperar sus cosechas o limpiar mejor las zonas verdes "porque mucho nos tememos que lo que hagamos sea en balde y esto vuelva a suceder de nuevo, por no hablar de que en algunos casos todavía es muy complicado acceder por los barrizales". Para los más longevos de la zona, este 'baño' ha sido singular, "pues en los últimos 50 años no habíamos visto cosa igual. Y, ahora, en menos de un año, ya es la segunda vez que nos vemos en esta tesitura".
Uno de los encargados de una de las fincas que se inundaron con la crecida del Boeza (Víctor Alón)Los que peor suerte han corrido son aquellos agricultores que tienen plantaciones en las orillas del Boeza, pues este lunes el agua seguía tapando cualquier resquicio de tierra de las mismas. Es más, "acceder a la zona más baja todavía es labor imposible". En el caso de uno de los encargados de otra de las fincas más cercanas al río, quien ya había levantado un muro mucho más alto para evitar males mayores, reconoce que los desperfectos no han sido demasiado importantes, por suerte, "aunque el agua llegó a tapar todo el terreno, saturando el pozo central". En vez de pensar en restaurar los daños, este ponferradino estudia nuevas formas de proteger el terreno de venideras crecidas.
Calle cortada al tráfico tras el derrumbe de un muro de la calzada del Camino Bajo de San Andrés, en el barrio Puente Boeza (Víctor Alón).
Otra de las peores partes de la suelta de la presa del Boeza durante el fin de semana fue el derrumbe de la parte derecha de la calzada del Camino Bajo San Andrés -uno de los viales colindantes a la calle Matadero-, sepultando parte de una huerta. Según explican varios vecinos, "el muro lleva 14 años en mal estado" y no es la primera vez "que da problemas y que pone en riesgo a la gente que circulamos por aquí a diario". Después de numerosas reclamaciones, la mayoría de los residentes se quejan de que el Ayuntamiento no haya puesto remedio a esta amenaza, "incluso ahora hay ladrillos sueltos en la vivienda de enfrente que en cualquier sacudida se le cae a alguien en la cabeza". Por el momento, la carretera de acceso al camino se encuentra cortada. "Lo único que nos queda es esperar a que tomen medidas, porque un nuevo susto como este puede ser mucho peor", sentencian.
Por el momento, el tiempo ha dado algo de tregua al barrio ponferradino, permitiendo que el verde vuelva a asolar entre la corriente de agua, aunque en casi todas las hectáreas las plantaciones se han convertido en barrizales por los que sigue siendo complicado caminar. Por su parte, los agricultores de la zona se mantienen a la espera de que el Ayuntamiento dé algún paso y les eche una mano para poder limpiar los desperfectos, "porque nunca recibimos ayuda en ningún sentido". Todos los vecinos coinciden en que "siempre dicen que son sucesos naturales normales y no miran más allá".
MÁS IMÁGENES DE ESTE LUNES DE LOS DESPERFECTOS DE LA CRECIDA DEL BOEZA (Fotos: Víctor Alón)
ASÍ FUE LA RIADA EL FIN DE SEMANA
A su paso por Ponferrada, el Boeza también ha causado estragos. El barrio ponferradino al que da nombre este río se ha visto anegado por la crecida. El Boeza ha reclamado fincas, huertas y ha llegado a algunas de las casas. La suelta del embalse del Boeza pasó de 1 m3/s el lunes a casi 380 el viernes y sigue en los 200 hm3/s este lunes.
Fotos de la riada en el barrio este sábado / César Sánchez
