A través de un hilo publicado en la red social Twitter, Dorsey defiende su decisión amparándose en la obligación de "proteger la seguridad pública", tras el asalto al Capitolio por un grupo de manifestantes defensores de las políticas de Donald Trump, la pasada semana.
Sin embargo, el CEO de Twitter, también ha manifestado que esta decisión supone un "peligroso precedente", al quedar en evidencia el poder que pueden llegar a tener algunas empresas, en este caso vinculadas al sector tecnológico y de internet, sobre la libertad de expresión de los usuarios de la red social, a lo que él se ha referido como 'el poder que una persona o corporación tienen sobre parte de la conversación pública global'.
La decisión de Dorsey se suma a las ya adoptadas por la red social Facebook que ha suspendido la cuenta de Trump en sus redes al menos hasta la toma de posesión de Joe Biden, y a la de Snapchat que, también, cerrará la cuenta de Trump.