El 'desmontaje' de la Iglesia de San Pedro: una historia de la vieja Villa de Ponferrada, repartida por El Bierzo

Todo esto es historia de una ciudad con siglos de historia, y leyendas, que llegan a nuestros días gracias a los archivos y a los expertos históricos que permiten dar una imagen de los tiempos que no vivimos

08 de Noviembre de 2021
Actualizado: 25 de Mayo de 2022 a las 14:35
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antigua iglesia san pedro ponferrada
antigua iglesia san pedro ponferrada
 



 

Hace casi 6 décadas desaparecía este enclave monumental y referencia eclesiástica de Ponferrada, justo a los pies del puente que dio nombre a la ciudad -entonces villa-. Así, esta antigua iglesia dedicada al apóstol pescador estaba ubicada apenas pasar el actual puente rebautizado en la memoria popular como 'de Cubelos' (por la pulpería , concretamente en el actual edificio de Telefónica.



 

Una iglesia que vivió épocas de fe, devoción y una importante cantidad de feligreses desde los siglos XVI y XVII, siendo esta sometida a ampliaciones a lo largo del tiempo. Sin embargo, durante los años de la Guerra Civil española (1936-1939), la iglesia resultó fatalmente afectada casi en su totalidad por un incendio durante el conflicto civil. A consecuencia de las devoradoras llamas que se llevaron años de historia y fe, “de aquella iglesia solamente se habría salvado de las llamas un Cristo”, constata Rodríguez Cubero, añadiendo que “alguien me ha asegurado que actualmente se encuentra en la sacristía de la iglesia nueva de San Pedro”.

Algunas de las piezas de esta iglesia referente patrimonial en la que fuera la vía del ensanche ponferradino en los años 40 y 50, han quedado desperdigadas por El Bierzo. Así, muchos desconocen que algunas de las piedras de la espadaña se trasladaron a la iglesia de Cabañinas, o que parte sirvieron de base (económica por el suelo para pagar la construcción de la nueva) de la actual iglesia de San Pedro.

En junio de 1963 comenzaba la demolición de la antigua San Pedro, aunque ya unos años antes, desde 1957, compartía ‘escenario’ en Ponferrada con la nueva, como dan de las presentes imágenes de 1958, año en el que se ensancha el puente de ‘Cubelos’ y se determina el fin de la historia de este que fuera  todo un reclamo en el centro de la capital berciana.



 

 



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Además, dentro del conjunto de elementos e infraestructuras que poseía la antigua iglesia de San Pedro se encontraba la pila bautismal. Ésta fue tallada por el cantero Juan González, vecino de San Andrés de Montejos. Así, el contrato de la pila de bautismo data del 16 de julio de 1617 y tuvo un coste de 20 ducados que el mayordomo de la iglesia, Francisco de la Plaza, pagó al cantero de Montejos. "Con el parecer del rector y diputados de la iglesia, una pila de bautismo de piedra de grano de las del Castro, para la iglesia de San Pedro de la villa de Ponferrada, la cual ha de llevar un fanjón por arriba y por abajo, y su columna y peana. Y por abajo, una grada alrededor, de sillería, la cual ha de poner y asentar en la iglesia a contento del recto y diputados" según el Archivo Histórico de la Provincia de León, Caja 1582, página 30. 

 

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Una imagen del desaparecido retablo

 

 



 

 

En estos términos, cabe destacar que la antigua iglesia de San Pedro en Ponferrada contó con diferentes cofradías, entre otras se encontraban la de San Pedro fundada por el gremio de los tejedores, la de San Roque abogado contra el mal de peste, la de San Crispín que era el patrón de los zapateros, la de la Misericordia cuyo crucifijo “se prestó alguna vez a la ermita de San Lázaro”, también la del Ángel de la Guarda, la de las Ánimas o la del Santísimo sacramento.  Sin embargo, la cofradía de San Crispín, patrón de los zapateros, fue “una de las más populares y antiguas de la villa de Ponferrada” afirma Rodríguez Cubero, añadiendo que “el altar del santo se encontraba en la iglesia antigua de San Pedro en una capilla lateral del lado del Evangelio”.

 



 

Tan popular fue la cofradía de San Crispín que tuvo hasta varios pendones. El primero fue llevado a cabo tras la reunión que mantuvieron el mayordomo y los cofrades el 26 de abril de 1600, “presidiendo el zapatero Hernando Cortinas como mayordomo de la cofradía”. Esta “asamblea plenaria” llegó al acuerdo de hacer el pendón de la cofradía acudiendo entonces al bordador Martín de Vega, y entre ambas partes “dijeron que eran convenidos e igualados de este manera: Martín de la Vega, haya de hacer y haga un pendón de damasco verde y marrón para la cofradía de San Crispín, el cual ha de tener 14 varas de damasco con sus borlas y fanjones, las cuales dichas borlas han de ser verdes y anaranjadas” según el Archivo Histórico de la Provincia de León.

Además, esta cofradía poseía también una estatua de San Crispín, sin embargo la imagen “desapareció en aquel incendio provocado de la iglesia de San Pedro” afirma Rodríguez Cubero, añadiendo que lo que queda son “contratos que hicieron los cofrades con los escultores y pintores que fabricaron la imagen de aquel Santo tan popular en la villa de Ponferrada”. Así, el contrato para pintar la estatua se firmó el 7 de septiembre de 1639, según los documentos del Archivo Histórico de la Provincia de León.

 



 

Cabe destacar que el cristo anteriormente mencionado y que presuntamente en la actualidad se encuentra en la nueva iglesia de San Pedro, era llamado el “Cristo de la Misericordia” ya que en palabras de Rodríguez Cubero “hasta 1630, la cofradía del Cristo de la Misericordia estuvo asentada en la iglesia de San Pedro y a partir de entonces despareció la cofradía antigua para crear la cofradía nueva de la Misericordia, asentada esta vez en la ermita de San Lázaro”. Sin embargo, la iglesia de San Pedro llegó a un acuerdo con la ermita de San Lázaro sobre el Cristo de la Misericordia, se dejaría la imagen en depósito de la ermita para que “lo sacaran gratis en los entierros de las personas pobres de solemnidad”.

 



 

Por tanto, un viaje al pasado de la actual capital del Bierzo, que poco tiene que ver con la antigua villa de Ponferrada, aunque lo que es inevitable es vivir entre vestigios de otras épocas y que hoy recuerdan al ponferradino la historia que vivieron sus antepasados: las calles que pisaron, las cantinas donde cantaron, los comercios donde comprabas y las iglesias donde rezaban. Todo esto es historia de una ciudad con siglos de historia, y leyendas, que llegan a nuestros días gracias a los archivos y a los expertos históricos que permiten dar una imagen de los tiempos que no vivimos.

 

 



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