El efecto Moncloa aúpa al PSOE como fuerza más votada con un 26,6% y el PP de Casado sería segundo con un 24,4%

Según el sondeo electoral de la primera oleada del Pulso Social (julio de 2018), elaborado por Metroscopia.

29 de Julio de 2018
Actualizado: 13 de Agosto de 2018 a las 10:53
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Si el presidente del Gobierno decidiera adelantar elecciones, el PSOE lograría ser la fuerza más votada, con un 26,6% de los votos, según el sondeo electoral de la primera oleada del Pulso Social (julio de 2018), elaborado por Metroscopia para el grupo Henneo. Con este resultado, Pedro Sánchez podría conservar la presidencia del Gobierno aprovechando la visibilidad que le ha dado el 'efecto Moncloa', donde llegó tras la moción de censura del pasado mes de junio. En las elecciones generales del 26-J de 2016, el PSOE consiguió un 22,7% de los votos, con lo que remontaría después del que fue el peor resultado electoral de su historia.

Además, el PP aguantaría en segundo lugar, con un 24,4% de los votos, aunque perdería casi nueve puntos respecto al resultado obtenido en las elecciones generales del 26 de junio de 2016 (cuando logró el 33% de los sufragios). El trabajo de campo del sondeo se realizó entre el 16 y el 25 de julio, después de la elección de Pablo Casado como nuevo presidente del PP, con lo que esta encuesta ya recogería el impulso de la renovación del partido.

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Con estos resultados, los dos partidos tradicionales se mantendrían en cabeza, pese a que perderían casi cinco puntos en intención de voto respecto a los votos sufragios cosechados en las últimas generales: según el sondeo de Metroscopia, PSOE y PP sumarían actualmente un 51% de apoyos; mientras que en los comicios de 2016 obtuvieron un 55,7%. Pese a esta bajada, el bipartidismo resiste como opción política mayoritaria entre los electores españoles, aunque con otros dos grandes partidos (Ciudadanos y Podemos) que actuarían de bisagra.

Por su parte, Ciudadanos se ubica en la tercera posición en el tablero (con un 20,1% de los votos), después de adelantar a Unidos Podemos (que, queda como cuarta opción tras caer al 16,1% de los sufragios). Así, los partidos emergentes invierten las posiciones que lograron en los comicios generales de 2018, cuando Podemos quedó en tercer lugar (con un 21,1% de los votos) y Ciudadanos fue la cuarta fuerza (con un 13,1%).

El partido de Albert Rivera supera así la barrera del 20% y consigue consolidarse en el arco parlamentario, apenas tres años después de convertirse en fuerza nacional. Sin embargo, no logra sobrepasar al Partido Popular y se desinflan sus expectativas, ya que en los últimos meses la mayor parte de las encuestas llegaban a situar a la formación naranja en primera posición.

Mientras, la formación morada sigue cayendo y no acaba de fijar su suelo. La recuperación del PSOE en la izquierda del arco ideológico, con la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno; y el bajo perfil de los líderes de Podemos, con Pablo Iglesias desaparecido de la escena pública, estarían perjudicando las expectativas electorales de la formación.

Sánchez atrae a votantes de Podemos

De hecho, la encuesta de Metroscopia refleja una alta transferencia de voto de electores de Unidos Podemos que ahora votarían al PSOE. Concretamente, el 17% de los encuestados que en 2016 apoyaron a Unidos Podemos ahora se decantarían por los socialistas de Pedro Sánchez. Por el contrario, solo el 4% de los antiguos votantes del PSOE elegirían ahora la papeleta de Podemos. Además, los socialistas logran retener a un mayor número de porcentaje de votantes: el 59% de los electores del PSOE se mantienen fieles a sus siglas, frente al 51% de votantes de Podemos que repetirían su apoyo.

El apoyo de los seguidores de Podemos a Pedro Sánchez llega al punto de que el 72% de los votantes de la formación morada aprueba la labor desarrollada por el nuevo Ejecutivo socialista, al mismo tiempo que el 66% es favorable a la actuación política del presidente Sánchez.

En el campo del centro derecha ocurre un fenómeno similar. En este caso, el beneficiado es Ciudadanos: el 16% de las personas que votaron al PP en las generales de 2016 ahora confiarían su voto a Ciudadanos, mientras que solo el 4% de los que apoyaron a la formación de Albert Rivera votarían ahora a los de Pablo Casado. En cualquier caso, el partido con mayor número de fieles sigue siendo el PP, que retiene a un 62% de sus antiguos votantes, frente al 57% que se mantiene leal a Ciudadanos.

Vía 20 minutos