El fuego bacteriano amenaza de nuevo los frutales bercianos

La Estación de Avisos Agrícolas del Bierzo alerta sobre el riesgo de fuego bacteriano en frutales de pepita de la Comarca.

18 de Junio de 2019
Actualizado: 24 de Junio de 2019 a las 11:19
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23-08-07 - López - Perales afectados por el fuego bacteriano en El Bierzo.
23-08-07 - López - Perales afectados por el fuego bacteriano en El Bierzo.
 



La enfermedad causada por la bacteria 'Erwinia amylovora', cuyo desarrollo se ve favorecido por altas temperaturas y humedad, una vez infectado el árbol es capaz de matarlo en pocas semanas.
Es decir, un año más con un mes de junio húmedo, pone en jaque a perales, manzanos y otros frutales como cerezos (entre los que cuentan con marchamo de calidad) pero la enfermedad puede atacar a todo tipo de árboles.

"El Fuego bacteriano de los frutales es una gravísima enfermedad, capaz de matar a un árbol afectado en pocas semanas. Está causada por la bacteria Erwinia amylovora y afecta especialmente a perales, membrillos y manzanos. No afecta a los frutales de hueso".

Cortar, arrancar y quemar los árboles enfermos, recuerdan, es la única medida de control eficaz. Mantener las plantaciones frutales sanas es tarea de todos, y además -subrayan- es una obligación, para conseguir minimizar la expansión de la enfermedad en la comarca.

Las previsiones meteorológicas para esta semana son de lluvias y tiempo cálido, condiciones muy favorables para el desarrollo de infecciones de esta enfermedad.
Ahora se observan fácilmente los síntomas en aquéllos árboles que están infectados, como "ramas secas, con hojas marchitas que no se desprenden y que toman un color pardo-negro en los perales, rojizo-castaño en los manzanos y membrilleros".

Así pues, se recomienda encarecidamente a todos los fruticultores que revisen sus plantaciones en busca de árboles infectados y que procedan con el protocolo de "aplicar cuanto antes una materia activa que reduzca el riesgo de infección; Podar y sanear cuanto antes los árboles afectados, arrancando aquéllos que ya no es posible sanear; Desinfectar las herramientas de poda de árbol a árbol; y por último quemar toda la madera enferma cortada y los árboles enfermos arrancados".

El fuego bacteriano irrumpió con voracidad en 2007 en El Bierzo, y su llegada está asociada a plantas ornamentales. La incidencia de esta enfermedad fue especialmente voraz entre 2007 y 2010.
El peor año para el campo berciano en cuanto a daños producidos por esta bacteria fue 2009 con más de 2.000 frutales arrancados en 150 fincas.