El diseño del Hyperloop consiste en una estructura tubular al vacío, es decir, sin resistencia al aire ni a la fricción, a través de la cual una cápsula puede viajar propulsada por un sistema de imanes, alcanzando velocidades que pueden llegar a los 1.300 kilómetros por hora.
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Una de las granes ventajas de este nuevo sistema de transporte es que no necesita combustibles fósiles para su funcionamiento, ya que, emplea la fuerza electromagnética generada por los imanes, dentro de los tubos, para el desplazamiento de la cápsula de transporte de viajeros.
El Hyperloop tiene su origen en un proyecto anterior presentado, en 2012, por Elon Musk, el fundador de Tesla y Space X, el cual incluía el diseño de un de tren que viajaba a través de tubos al vacío, transportando viajeros u objetos a elevadas velocidades, gracias a un sistema de imanes que permitían que el tren levitara.
Según ha confirmado la empresa Virgin Hyperloop su objetivo es obtener en el año 2025 todos los permisos necesarios, tanto en Europa como el EE.UU., que les permita comenzar a operar comercialmente, a partir del año 2030.