El mayor ciberestafador de la historia de España juzgado en Ponferrada por robar supuestamente 7.000€ a una amiga en 2017

Conocido como Lupin, el berciano fue detenido a principios de julio por la Guadia Civil por estafar miles de euros a través de internet

24 de Julio de 2019
Actualizado: 29 de Julio de 2019 a las 13:28
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El ciberestafador, detenido a principios de julio por estafar más de 300.000 euros a través de internet

 

El berciano Jordi Arias Fernández, el mayor ciberestafador de la historia de España detenido a principios de julio por la Guardia Civil, compareció el pasado martes en el Juzgado de Ponferrada por un presunto delito de estafa continuada cometido en 2017, según informa Diario de León. En este caso, que quedó visto para sentencia, el Fiscal pide una pena de dos años y medio de prisión. 

El berciano de 23 años, conocido como Lupin, inició así en el Juzgado de lo Penal nº1 de Ponferrada a rendir cuentas por sus delitos, tras pasar por la cárcel de Picassent (Valencia). En concreto, estos hechos ocurrieron hace dos años, cuando supuestamente le clonó la tarjeta de crédito a una amiga con la que compartía piso en León. Con los datos de la Visa, Arias llegó a robarle a la víctima casi 7.000 euros, cargando dinero a una cuenta domiciliada en Ponferrada y a través de compras vía online. 

En la vista oral, el detenido admitió las compras realizadas con la tarjeta de crédito ajena, principalmente en supermercados, pero negó que la cantidad total ascendiese a casi 7.000 euros.

Caso Lupin

Arias, nacido en Ponferrada y criado en Cubillos del Sil en el seno de una familia desestructurada, fue detenido el pasado 8 de julio por la Guardia Civil, por estafar miles de euros a través de internet. En ocasiones el detenido llegó a ingresar 300.000 euros al mes y contaba con un grupo criminal organizado a sus órdenes, con el que esperaba dar un 'gran golpe' en el Black Friday en el que obtener un millón de euros.

Sin formación académica pero con una mente privilegiada, comenzó muy joven a realizar estafas a través del smartphone de la pareja de su madre y a relacionarse con otros delincuentes. Ingresó en un centro de menores del que escapó y, ya cumplida la mayoría de edad, residió en una prisión del norte de España.

En el momento de su detención, el conocido como Lupin -en honor al personaje de cómic Arsenio Lupin, un ladrón de guante blanco caracterizado por su elegancia-, vivía obsesionado con evitar su captura y para ello llevaba una vida nómada de hotel en hotel y cogía hasta 18 taxis al día para evitar ser rastreado. Aún así, el chico presumía de llevar una vida de lujos y excesos, incluso se grababa a sí mismo sacando dinero en cajeros de las cuentas bancarias de las víctimas y alardeando de las desorbitadas cantidades de billetes que atesoraba. 

 



La Guardia Civil ubica el origen de su delincuencia en una infancia turbia, pues uno de sus padres de acogida fue el responsable de enseñarle a acometer ciertas estafas. Jordi se burlaba de sus víctimas y atormentaba a sus asalariados si tenían la osadía de intentar tomarle el pelo. De hecho, en alguna ocasión se hizo pasar por un agente de la UCO y se ponía en contacto con algunos estafados para saber dónde habían denunciado y evitar ser descubierto.

Los investigadores de la operación Lupin continúan rastreando la ubicación de su fortuna. Las principales hipótesis son los paraísos fiscales o la moneda virtual llamada bitcoin, pero no hay ningún indicio claro.