El precio de las tierras ocupadas por viñedo aumenta un 15,3% en cinco años en la provincia de León, acercándose a los 12.500 euros por hectárea

En Castilla y León, de 2012 a 2016 ha aumentado en un 38,4%

02 de Septiembre de 2018
Actualizado: 18 de Septiembre de 2018 a las 13:17
Guardar
viñedo6352

El precio de la tierra ocupada por viñedo en Castilla y León experimento en los últimos cinco años una tendencia alcista del 38,4% entre 2012 y 2016, lo que sitúa el coste por hectárea en cerca de los 20.000 euros de media. En el caso de la provincia de León, en los últimos cinco años el precio ha aumentado un 15,3% (de 10.785 euros en 2012 a 12.435 euros en 2016).

El Castilla y León, el coste de cada hectárea de tierra destinada a viñedo era de 14.135 euros en el año 2012, un dato que ha experimentado un aumento constante en los últimos ejercicios, pero que en 2014 tuvo un impulso más destacado, con un encarecimiento del 20,7 por ciento en la Comunidad (desde los 14.447 euros de 2013 a los 17.433 euros de un año más tarde), una tendencia al alza que continuó, aunque de manera más liviana, con un incremento en 2016 del 8,9 por ciento hasta alcanzar el coste de 19.565 euros por hectárea de ese año.

Según los datos de la Encuesta de Precios de la Tierra de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León recogidos por Ical, los costes de las hectáreas en cada provincia son muy variables y en 2016, que es el último dato disponible, oscilaban entre los 5.818 euros de la hectárea en Salamanca, a los 29.200 euros de Valladolid. En el resto de provincias, el precio de cada hectárea ascendía a 9.957 euros en Zamora, 11.085 euros en Ávila, 12.435 euros en León, y 24.910 euros en Burgos.

La tendencia alcista en los precios de los últimos cinco años también fue muy dispar entre provincias. El mayor aumento en el precio de la tierra destinada a viñedo se dio en el caso de Ávila, donde el crecimiento alcanzó el 56,88 por ciento (de los 7.066 euros de 2012 a los 11.085 de 2016). Próximo al crecimiento autonómico (del 38,42 por ciento) estuvo el encarecimiento de la tierra en la provincia de Zamora, donde los precios subieron en un 35,6 por ciento (de los 7.343 euros por hectárea de 2012 a los 9.957 del año 2016).

En el resto de las provincias el aumento del precio fue del 24,26 por ciento en Valladolid (23.500 euros por hectárea en 2012 a 29.200 euros en 2016); del 15,3 por ciento en León (de 10.785 euros en 2012 a 12.435 euros en 2016); del 10,51 en Burgos (de 22.541 a 24.910 euros); y el menor aumento del precio se dio en Salamanca, con un crecimiento del 8,32 por ciento (de 5.371 a 5.818 euros).

Pese a que Burgos y Valladolid son las provincias en las que el precio de la tierra es más elevado, las DO de estas provincias no dan especial relevancia a este hecho. Desde la DO Ribera de Duero no se quiso entrar en valoraciones de este tipo porque su presidente , Enrique Pascual, consideró que se trata de un aspecto “muy relativo” y no se dispone de los medios para hacer una valoración al respecto.

La presidenta de la DO Rueda, Carmen San Martín, estimó que el elevado precio de la tierra y el aumento de los últimos años no tiene por qué ser un aspecto negativo, sino más bien todo lo contrario, porque pone de manifiesto el “interés” en estas zonas, en las que se está apreciando “una mayor oportunidad de negocio” porque, aunque el coste es más alto “también se espera obtener mayor rentabilidad” al tratarse de zonas “pujantes”, lo que se está trasladando también “al resto de escalones”.

Desde la DO Cigales se evidenció la “estabilidad” que se vive en la zona, donde predominan los viticultores “de toda la vida y de muchos años” y que, por lo tanto, ya disponen de sus propios mercados. El precio, según explicó a Ical el presidente de la entidad, Julio Valles, es algo que corresponde también con el “prestigio” de la zona, en este caso con viñedos “muy antiguos” que requieren de una atención permanente, y que se siga cultivando y recogiendo esa uva “de altísima calidad” con la que cuenta.

El presidente de la DO Toro, Felipe Nalda, también resaltó que en esa zona “casi se ha arrancado más de lo que se ha plantado” aunque en este último año se han solicitado 66 nuevas hectáreas de viñedo, lo que constituye “una tendencia buena”, aunque el precio “no se ha ido de madre” porque no ha habido plantaciones “exageradas”. El ‘boom’ en Toro se produjo hace unos 20 años, un viñedo que ahora “ha subido y se ha revalorizado” algo que estimó que otorga “más valor añadido” a la uva.

Sin entrar a valorar datos concretos en relación a los precios, el presidente de la DO Vinos de Cebreros, Rafael Mancebo, recordó que se está “intentando poner los pañales a la criatura” y por el momento no se piensa “en cosas a muy largo plazo”. En la provincia de Ávila “están pasando cosas” como ya ocurrió en otras Denominaciones de Origen que hace 30 años pusieron en marcha lo que ahora se está consiguiendo en Cebreros.

El trabajo realizado en los últimos años está dando sus frutos y hay que “tirar entre todos” y ser conscientes que entre las manos se tiene “una cosa positiva” que puede generar empleo en la zona, fijar población y donde las viñas desaparecían no hace tanto tiempo, ahora están reverdeciendo. Por eso, Mancebo apostó por ir “día a día” para poner “esperanza a un futuro mucho más prometedor del que estábamos abocados”, y abogó por trabajar “por algo que no se ha creído mucha gente” y que se encuentra en un momento en el que se requiere “optimismo y complicidades”, explicó.

viñedo635