El pulso social por Compostilla que trajo a finales de los 90' el desarrollo de la industria eólica al Bierzo

La compañía retiró en la comarca la publicidad vinculada a la salida al mercado libre tras la famosa contracampaña del dedo que pulsa OFF

02 de Enero de 2017
Actualizado: 28 de Octubre de 2018 a las 11:08
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20170101_032 Asamblea de los trabajadores de las auxiliares de Endesa en el año 1998

Hubo un tiempo en el que las movilizaciones sociales tenían repercusiones en El Bierzo. Los mineros, durante años la punta de lanza de las protestas más sonoras, consiguieron en su día planes del carbón con los que llegaron fondos teóricamente destinados a amortiguar el progresivo cierre de las explotaciones. Al rebufo de esas históricas movilizaciones, en la primavera y el verano de 1998 los operarios de las empresas auxiliares de Endesa se enfrentaron a los recortes planteados con la privatización total de la compañía eléctrica con aquellas mismas armas. Como en el caso anterior, a la presión en la calle respondieron las administraciones y la propia empresa con ayudas que sirvieron para el desarrollo de la rama eólica, uno de los sectores llamados a sumar al objetivo de la diversificación económica de una comarca acostumbrada al monocultivo del carbón.

El éxito de las movilizaciones mineras explica el empuje con el que las subcontratas de la térmica de Compostilla II plantearon su reivindicación. Aunque la amenaza de despidos se centraba en las empresas encargadas de la seguridad y la limpieza de oficinas, la respuesta fue conjunta de los 300 operarios que sumaban las auxiliares. “Fue la primera vez que varios sectores se unieron en torno a un tema concreto y pelearon por darle solución a los problemas”, señala quien entonces era secretaria de Servicios Privados de Comisiones Obreras en El Bierzo, Elena Peral, que vincula a aquel espíritu de frente común la consecución de un convenio colectivo para sectores hasta esa fecha sin representación sindical como el de la ayuda a domicilio. “De aquella”, completa el argumento, “incrementamos mucho la representación y la afiliación en El Bierzo”.

Las movilizaciones de las auxiliares de Endesa se inscribieron en un contexto concreto, el del final del proceso de privatización de la compañía acometido por el Gobierno de José María Aznar. “Desde que entró el PP en el Gobierno, con las nuevas adjudicaciones de contratas, íbamos perdiendo puestos de trabajo a una velocidad de vértigo”, apunta el por entonces delegado de la empresa de limpieza industrial, Alfredo Peláez, también del sindicato CC.OO. Con los trabajadores ya en alerta, en 1997 se dieron los primeros pasos de una plataforma reivindicativa que se hizo visible en 1998. A la vez que Endesa entraba de lleno en el mercado libre con reducciones de su plantilla matriz basadas en prejubilaciones, el escenario era muy diferente para los operarios de las auxiliares, “que se iban para casa con una mano delante y otra detrás”, subraya Peláez.

20170101_028 "Hoy la sociedad berciana está paralizada. Entonces sabíamos a quién teníamos que dirigirnos y dónde se tomaban las decisiones", dicen Alfredo Peláez y Elena Peral, de Comisiones Obreras

Implicar a Endesa en la reindustrialización del Bierzo

Más allá de la situación particular de los afectados, el objetivo de los promotores de la movilización era “hacer consciente del problema a la sociedad berciana”. “Endesa nació en El Bierzo y recibió muchas ayudas. Y tratamos de convencer a todo el mundo de que eso no podía ser gratis. Tenía que invertir de alguna manera en la zona”, dice Peral. “Y Endesa era consciente de que algo tenía que hacer porque, en los sitios donde estaba, se estaba implicando con más o menos medios en la reindustrialización”, añade Peláez sin obviar la diferencia con otras instalaciones como las de As Pontes (A Coruña) o Andorra (Teruel), donde la compañía era también titular de las explotaciones mineras, lo que incluso permitió que trabajadores se acogieran a las prestaciones sociales del Plan del carbón.

Los sindicatos trataron de forzar la implicación de la Junta de Castilla y León y Endesa, que se sentaron a la mesa y derivaron partidas que se unieron a fondos de reconversión de las cuencas mineras para el desarrollo del sector eólico en torno a la puesta en marcha de empresas como LM (dedicada a la fabricación de palas) o Comonor (encargada de la ejecución de componentes), unos buenos frutos ya que estas compañías llegaron a sumar más de 2.000 puestos de trabajo, una cuantía que multiplicó las reducciones de plantilla finalmente producidas en las auxiliares de Endesa, donde incluso se consiguieron arrancar prejubilaciones para trabajadores de una determinada edad. Con todo, no fueron los operarios que mantuvieron el pulso de la reivindicación los grandes beneficiados, enfatiza Peláez, al recordar que apenas cinco de los despedidos se recolocaron en LM.

20170101_029 Juan Manuel Salví, ideador de la campaña del dedo y el OFF utilizada por las auxiliares de Endesa en sus movilizaciones

Del ON al OFF en una comarca que se ha ido apagando

Fueron las consecuencias de un proceso que quedó grabado en el imaginario colectivo con una campaña. Más bien se trataba de una contracampaña, la que ideó el diseñador berciano Juan Manuel Salví, que ese mismo año había estrenado el estudio Salví Design y tomado contacto con los sindicatos a través de un curso. “Cada vez que alguien mueve un dedo…, el primer grupo eléctrico del país genera valor”, rezaba la publicidad de Endesa de su última oferta pública de venta de acciones (opv). El dedo pulsaba un botón de ON (encendido) y, en su formato televisivo, la imagen se movía a la velocidad de la luz.

La contracampaña sustituyó el dedo índice por el corazón (a modo de peineta), a su vez ridiculizado al tomar la forma del rayo del logotipo de la eléctrica con el que pulsaba una tecla de OFF (apagado) convertida en lupa que enfocaba a un mapa de la comarca. “Cuando Endesa mueve un dedo…, El Bierzo se apaga”, era el lema de una campaña que gustó a los sindicatos “porque era políticamente incorrecta”, apunta el propio Salví. Se repartieron más de 5.000 pegatinas, que se ponían incluso encima de los carteles de la publicidad original. La consecuencia fue inmediata. Endesa retiró en El Bierzo la campaña, la primera a gran escala que la compañía hacía en muchos años coincidiendo con su privatización total y con el objetivo de “dar una imagen de digitalización muy moderna de la entidad”, a juicio del diseñador berciano. En la comarca ya sólo se pudo ver el spot televisivo.

“La idea la tuve muy clara. Era una campaña muy conocida, por lo que la gente la iba a poder identificar muy fácilmente”, recuerda Salví. Los propios trabajadores la hicieron suya portando las pegatinas en las movilizaciones, que se graduaron de forma que arrancaron en los centros de trabajo y acabaron con manifestaciones por el centro de Ponferrada y con cortes de carretera hasta ser recibidos incluso por el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan José Lucas, durante una visita al Bierzo. “Terminamos siendo un grano en el culo para todo el mundo. Pero es que sabíamos que era la única posibilidad de que se ofreciera algún tipo de solución. Sostener una movilización como ésta en el tiempo es complicadísimo. Por eso lo intentamos transmitir a la gente. Estábamos todo el día en la calle explicando el problema”, expone Elena Peral.

¿Qué ha pasado para que la sociedad berciana, reconocida hasta hace no mucho tiempo por su espíritu reivindicativo, parezca haber bajado los brazos? ¿Por qué hoy que está en serio riesgo la continuidad de la central térmica de Compostilla II no se plantean las movilizaciones que hubo cuando lo que estaba sobre la mesa eran despidos en un par de empresas auxiliares? Quizá para responder a esas preguntas haya que retrotraerse a mediados de los noventa y establecer un paralelismo. Las protestas de las contratas se retroalimentaron de los efectos que habían tenido las grandes manifestaciones mineras, Marcha Negra incluida. Hoy, más de cuatro años después de que los últimos encierros y marchas de mineros se saldaran sin apenas frutos, el pesimismo parece haberse adueñado de una sociedad extrañamente aletargada.

20170101_030 Cartel de la contracampaña ideada por Juan Manuel Salví para responder a la publicidad de Endesa 20170101_031 Folleto explicativo de la contracampaña a Endesa

"Hoy la sociedad berciana está paralizada. Y no encuentra líderes"

“Hoy el contexto es completamente diferente. Pero me parece una barbaridad esta quietud. Hoy la situación del Bierzo es una pena”, admite Peral, para quien los recortes y la Ley Mordaza también han tenido un efecto disuasorio a la hora de plantear una protesta. La antigua secretaria de Servicios Privados también tiene otra explicación. “Las cosas que no nacen desde abajo tienen peor desarrollo”, dice para remarcar que aquella movilización partió de los trabajadores y acabó implicando a parte de la clase política y a la sociedad berciana. “Y hoy la sociedad berciana está como paralizada. Y tampoco encuentra quien lidere las cosas. Y ya no sólo hablo de personas, sino de equipos”, concluye. “Entonces sí sabíamos a quién teníamos que pedirle las cosas. Sabíamos dónde se tomaban las decisiones”, agrega Peláez entre recortes de prensa en los que se puede ver a los representantes sindicales en la calle y en el carretera, pero también en mesas de negociación de los mandatarios de las administraciones públicas a las que se intentó implicar en la búsqueda de soluciones.

“La sociedad berciana ha perdido fuerza”, determina desde otra perspectiva Juan Manuel Salví, que montó su estudio en la comarca tras catorce años fuera precisamente como manera de redoblar su compromiso con la defensa y la promoción de la tierra. El diseñador, que reconoce que hoy habría que canalizar una protesta similar hacia las redes sociales (singularmente Facebook por su poder viralizador), lamenta la pasividad actual. “Se ha instalado una negatividad que nos ha hecho bajar la cabeza y resignarnos a lo que venga”, dice para asumir que la comarca se ha “apagado” y ha pasado efectivamente del ON al OFF, de ponerse en pie de guerra ante los problemas a refugiarse en lo que deparará el destino.

La publicidad de Endesa de 1998 se puede ver entre el 4,42 y el 5,28 de este vídeo

20160822_002 Últimas movilizaciones frente a la central

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