Endesa consigue entrar en el mes del 'cerrojazo' histórico al Bierzo 'tapada' por la crisis COVID-19

01 de Junio de 2020
Actualizado: 09 de Junio de 2020 a las 20:00
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Si contara con un gabinete de prensa que cuidará más el trato editorial en el noroeste de España, no podrían hacerlo mejor, pero todo es circunstancial. La eléctrica ha conseguido llegar a junio sin que sea primera plana en los diarios, digitales o emisoras... entramos en el mes del histórico apagón (oficial, porque en actividad llevan ya meses) de la central térmica de Compostilla II, en Cubillos.

En febrero el Ministerio de Transición Ecológica autorizaba a Endesa Generación el cierre de los grupos 3, 4 y 5 de la térmica, para lo que dispondrá de seis meses, que se cumplen el 30 de junio.
La propuesta de resolución dictada por la Dirección General de Política Energética y Minas establece acuerda cancelar la inscripción en el Registro Administrativo de Instalaciones de Producción de Energía Eléctrica de los grupos 3, 4 y 5 de la central de Compostilla II, en el momento en que el cierre de la central se haga efectivo.
Los grupos 3, 4 y 5 quedarán declarados indisponibles y la empresa deberá proceder al desmantelamiento de la central en el plazo máximo de cuatro años

En febrero de este año, Endesa ya inició el desmantelamiento de los grupos 1 y 2 de la térmica con los trabajos previos. Ambos grupos llevaban años clausurados; el primero en dejar de funcionar fue el grupo 1 tras cumplir con su vida útil y en 2015 le llegó el turno al grupo 2, tras recibir la correspondiente autorización del Ministerio de Industria.

Y así se va apagando, de forma callada por la cobertura informativa centrada en la crisis sanitaria Covid-19, la relación económica por excelencia del Bierzo con la minería y el carbón, tras el previo cierre de las minas. Una forma de irse sin ruido de una eléctrica que da la espalda al territorio que le dio la vida a mitad del pasado siglo.

 



Sin alternativas para las instalaciones

En este tiempo, Endesa también ha conseguido pasar de puntillas por otra cuestión: Deja la central sin recibir propuestas empresariales que supongan una alternativa de desarrollo que aproveche las instalaciones el entorno de la central térmica de Compostilla II. La clausura de la planta liberará un total de 330 hectáreas, de las que 80 tienen ya calificación como suelo industrial.

“Queremos apoyar la búsqueda de inversiones para que se instalen en El Bierzo, facilitando y mitigando el impacto que en la economía y en la población tiene el cierre de la central térmica de Compostilla”, señaló el director general de Endesa en el Noroeste, Miguel Temboury, a final del pasado año. Ahora lo tiene más sencillo... cuando ya no haya voces ni interés en El Bierzo, todo será una página pasada. ¿Quién irá a pedir cuentas? Entretanto ni las autoridades Comarcales ni locales, ni provinciales o nacionales de la provincia, han 'despertado' del letargo COVID para exigir a Endesa que aclare qué alternativas deja para un territorio que también 'deja'... totalmente abandonado.

 

Un cierre conocido desde 2016

Fue negro sobre blanco en la actualización del Plan Estratégico 2017-2019 de la eléctrica, en su apuesta por un “nuevo paradigma energético”, que avanza hacia el marco de producción energética de una Europa descarbonizada en el año 2050

La Unión Europea exige a las eléctricas que quieran mantener sus centrales térmicas activas más allá del 2023 inversiones para su modernización y reducir entre un 50 y un 60% las emisiones de azufre y óxido de nitrógeno antes del 2018. Para el caso local, Endesa desdeñó la previsión de inversión de unos 200 millones de euros y puso el cartel de "en proceso de liquidación".

En su argumentario, Endesa detalló en su informe anual que la decisión de dar carpetazo al Bierzo viene de una “profunda modificación en las condiciones de mercado que afectan a las centrales térmicas de carbón, derivadas fundamentalmente del precio internacional de las commodities y la efectividad de los nuevos mecanismos de regulación del mercado de derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2), que desplaza a las centrales de mayor volumen de emisiones en beneficio de otras tecnologías". Pero tampoco ha planteado alternativas al territorio donde nació su historia.

 



Los orígenes que se 'desdeñan' y la oportunidad con CIUDEN

La historia de Endesa se inició en la Comarca con la construcción en 1945 en Ponferrada del primer grupo de la instalación, Compostilla, el germen de la por entonces recién constituida Empresa Nacional de Electricidad SA (Endesa). Tras su inauguración y puesta en marcha en 1965 se construyó su sustituta, Compostilla II, que inició su actividad en 1972, convirtiéndose en una de las centrales más importantes del país en cuanto a generación de electricidad a partir de la quema de carbón.

Tras medio siglo, este mes de junio Compostilla II pondrá fin a su actividad. La gran oportunidad perdida vino también de una decisión tajante de la eléctrica: no aplicar a escala industrial las tecnologías de combustión limpia del carbón -captura de CO2- investigadas por la planta experimental de CIUDEN en terrenos cercanos. Una inversión de decenas de millones de euros que vendrían a garantizar su aplicación después a nivel industrial, pero Endesa también dijo 'No interesa'.

Con el objetivo de reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera y con ello frenar el cambio climático, la Unión Europea (UE) tomó la decisión en diciembre de 2018 de poner fin a las ayudas que recibían las centrales térmicas en funcionamiento por la quema de carbón, estableciendo como fecha límite para percibir los subsidios el 2025. En concreto, la UE dispuso que solo continuarían recibiendo ayudas las centrales que generasen menos de 550 gramos de CO2 por kilowatio-hora de electricidad (Compostilla genera con más de mil). A raíz de esta normativa, las compañías eléctricas tuvieron que enfrentarse a un problema que solo tenía dos soluciones: fijar el cierre de las térmicas con su correspondiente plan de futuro social o realizar las inversiones necesarias en cada planta para cumplir los requisitos de emisiones solicitados por la UE.