El grupo, participado en un 70% por la italiana Enel, cuenta con informes técnicos que aseguran que la inversión en estas instalaciones «no podría garantizar a sus accionistas una rentabilidad suficiente» en las actuales condiciones de mercado. Concretamente, un documento de la consultora Solchaga Recio & Asociados apunta a que el flujo de caja obtenido por el conjunto de instalaciones de generación eléctrica tradicional -carbón, nuclear e hidroeléctrica- es insuficiente para amortizar las inversiones, por lo que su operación sólo estaría justificada mientras no se precisen «inversiones adicionales importantes». «A la vista de la rentabilidad observada, los accionistas no estarían dispuestos a invertir nuevamente en este tipo de activos, lo que, en último término, podría poner en peligro la continuidad de las plantas», señala el informe, presentado ayer en la sede madrileña del Esade.
Endesa ha remitido sus informes al ministerio que dirige Álvaro Nadal en un momento que va a marcar el desarrollo y transformación del sistema eléctrico español en la próxima década.