Ante esta situación, Endesa y Adecco han puesto en marcha la campaña #EmergenciaPorElEmpleo, cuyo objetivo es poner fin a la exclusión social y laboral de 10.000 familias afectadas por las consecuencias económicas de la pandemia del coronavirus, en toda España. Con la aportación económica y personal de Endesa, se espera que este proyecto ayude a salir de la exclusión social a casi 400 familias con grandes dificultades.
La pandemia ha destruido 62.500 empleos en Castilla y León entre el segundo trimestre 2019 y el segundo trimestre 2020 y la tasa de paro ha escalado hasta el 12,3 por ciento. Cifra que, además, no refleja la realidad en su totalidad, al no recoger a todas aquellas personas protegidas por los ERTES.
En el caso de los beneficiarios de la Fundación Adecco, que son personas con discapacidad, mayores de 45 años desempleados de larga duración, mujeres con responsabilidades familiares no compartidas o víctimas de violencia de género y otras personas en riesgo de exclusión, las dificultades se acentúan. Y es que, tardaban una media de 12 meses en encontrar un trabajo, con acompañamiento, y estaban especialmente expuestos al desempleo de larga duración, al agotamiento de prestaciones y por tanto a la exclusión social.
Por otra parte, y aunque aún no es posible saber exactamente en cuánto ha aumentado la pobreza y vulnerabilidad por efecto de la crisis generada por la COVID-19, cuya inmediatez, velocidad y dureza es todavía extrema. Tal es así que, en Castilla y León, un 16,7 por ciento de la población está en riesgo de pobreza o exclusión social, porcentaje que podría dispararse ante la crisis económica, según el último informe de EAPN 'El estado de la pobreza en España'.