Érase una vez un Bierzo de cuento: descubre los lugares y las historias genuinas de la Comarca

La tradición oral pasa de generación en generación con el objetivo de transmitir conocimiento en forma de canciones, mitos, leyendas, poesía y cuentos

20 de Abril de 2021
Actualizado: 05 de Septiembre de 2021 a las 16:58
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cuentos bercianos 1
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La tradición oral pasa de generación en generación con el objetivo de transmitir conocimiento en forma de canciones, mitos, leyendas, poesía y cuentos. Estos últimos ha recuperado InfoBierzo para 'refrescar' la memoria y devolver a la vida historias del Bierzo que sonará a abuela, a padre y a un tiempo "muy muy lejano".

Tomando como referencia el libro "Literatura de la tradición oral en El Bierzo", de Alicia Fonteboa, InfoBierzo ha localizado en un mapa interactivo todos esos cuentos recopilados como parte del folclore de la Comarca.

El libro recoge ese saber popular de 36 puntos dispersos en la geografía berciana con el objetivo de recoger a lo largo de 10 capítulos, y casi 500 hojas, acertijos, copas y seguidillas, cuentos, ensalmos y conjuros, nanas, refranes, temas religiosos, retahílas, romances y trabalenguas. Cabe destacar que están recogidos con las palabras de sus 'autores', lo que implica abreviaciones (*pa de para) y palabras incorrectas (*cocretas por croquetas).

Una de estas píldoras bercianas es el cuento, o adivinanza, “El pan mató la Panda” en Bembibre. "El pan mató la Panda, la Panda mató dos; yo tiré al que vi y maté al que no vi. Comí carne fresca ni nacida ni criada, y bebí agua buena que no está en el cielo ni en la tierra". Este relato fue recogido de un vecino bembibrense, Urcesino Alba, cuya edad no consta.


También recoge el libro "El tonto y el confesor" recitado por Angelina, 79 años, de Cabañas Raras:

"Se va a confesar un chaval y le dice al cura:
-Padre, acúsome de que soy medio tonto.
Le dijo:
-Bueno, hijo, bueno, pero eso no es pecado.
Dijo:
-Es que mire, por las noches en la era, llevo el trigo de los vecinos pa la era de mi padre.
-Bueno, y para qué llevar el trigo de la era de los vecinos pa la era de tu padre, ¿por qué no llevas el trigo de la era de tu padre pa la era de los vecinos?
-¡Home... Entonces eso ya sería ser tonto del todo!"

Encarnación Corral, de Cubillos del Sil, narra "Muerte negra": "Era un matrimonio que se murió el marido; y ella, claro, fingía pena y estaba vega a llorar. Pero tenía hambre y se puso a freír una sartenada de chorizos. Y tenía un gato que le llamaban Muerte Negra. Y cuando oyó venir la gente pal velatorio pues escondió los chorizos debajo del escaño. Pero el gato iba sacando uno por uno, cuando comía uno, pues volvía a por otro. Y ella lo veía y decía: ¡Ay Muerte Negra, Muerte Negra, cómo te los vas llevando todos uno a uno, dos a dos, y a mí me dejas sin ninguno...!"

Otro, con acento mucho más gallego de Antonia Abella, reside en Pereda, Candín: "O lobo io raposa". "Unha vez era o lobo ia raposa, ie mataron a un carneiro ie, claro, como non o podías comer todo dunha vez, foron ie enterréreno encima dunha peña. Despois el lobo era vello, tasaba muy cansado, xa era canoso, coxeaba..., facía el oficio del cochino-puerco. Pero a raposa era lista, mucho más lista que el lobo."

Nieves Castellano, de 80 años y de Camponaraya, recita "La vieja de los burros". "Unha vieja iba andadno por un camiño, ie traía dous burros agarrados de ramal. Ientonces venían dous mozalbetes que tein pouca verguenza. E cuando chegaron onda a vieja dixéronlle:

-Buenos días, abuela dos burros,
E ela contestoulles con moita sorna:
-Muy felices, meus netiños."

Estos tan sólo son cinco de los muchos ejemplares que recoge Fonteboa en el libro.

Pulsa en los distintos 'libros' para conocer la localidad donde se contaban, y el título de los mismos, y conectar algún recuerdo de "érase una vez".