Propiedad de Gas Natural Fenosa (66,6 por ciento) y Endesa (33,3 por ciento), la central situada en Páramo del Sil (León), acumula ya 35 años de operación y tiene una capacidad de 347 MW de potencia. Su plantilla actual está compuesta por 77 trabajadores, de los cuales la tercera parte serán reubicados en el grupo y el resto podrán acogerse a un plan de salida acordada que incluye prejubilaciones y bajas incentivadas.
Anllares no cuenta con una infraestructura de desulfuración, ni de desnitrificación de las emisiones, motivo por el cual, en octubre de 2013, ya se comunicó su imposibilidad para cumplir con los límites recogidos en la Directiva de Emisiones Industriales (DEI).
Además del problema de la emisión de óxidos de azufre y óxidos de nitrógeno, la central, al 50 por ciento de su capacidad, emite 1.500.000 toneladas al año de CO2 y consume carbón nacional de bajo volátil que conlleva una baja eficiencia y competitividad de la central.
Gas Natural Fenosa ha comunicado al Gobierno de la nación su intención de cerrar la térmica antes de que se consuman las 17.500 horas de funcionamiento previstas en la normativa de exención de vida útil limitada, según informa Radio Bierzo. La empresa ya ha comunicado también la decisión a los sindicatos con representación en Madrid, así como a los miembros del Comité de Empresa. El Ministerio de Industria deberá ahora autorizar o no el cierre en un plazo de nueve meses.
Los miembros del Comité ya han convocado una asamblea de trabajadores. La dirección de carbones tiene previsto en las próximas horas mantener un encuentro con la parte social. Anllares, que empezó a funcionar en 1982 y cuenta en la actualidad con una plantilla de 77 trabajadores, se suma al grupo II de La Robla y la central de Narcea, cuyos cierres ya habían sido anunciados.