Juan Francisco García Marín, en la redacción de Infobierzo / Fotos de Mario de la Torre
El Campus del Bierzo ha conseguido detener la sangría y al menos mantener el número de matrículas. Y con la implantación de nuevos estudios en los próximos años se pone en la perspectiva de rondar el millar de alumnos, muchos de ellos de fuera de la comarca, lo que lleva al rector, Juan Francisco García Marín, a rescatar el viejo proyecto de contar con una residencia de estudiantes. "En el Campus del Bierzo no se hizo ningún esfuerzo en los últimos años", denuncia García Marín, dispuesto a subsanar ese déficit y a poner la institución al servicio de una sociedad muy castigada por la coyuntura económica. "La Universidad tiene que ayudar a salir de la crisis; y yo creo que lo hace", dice en esta entrevista.
El Campus del Bierzo comenzó el curso sin ganar alumnos, pero tampoco sin perderlos, algo que sí ocurre en otras universidades españolas. ¿Qué lectura cabe hacer?
Se está trabajando y se va a trabajar todavía más en la divulgación de titulaciones en la provincia de León. La mayoría de los estudiantes provienen de fuera de Ponferrada, e incluso de fuera del Bierzo. Se está haciendo más visible la Universidad de León. En redes sociales, ya es la segunda más visible de Castilla y León cuando era la cuarta. De momento, mantenemos alumnos.
Hay una impresión en muchos ámbitos de la comarca de que el Campus del Bierzo está discriminado con respecto al de Vegazana. ¿La comparte?
La Universidad de León tiene dos Campus. Si decide que Ponferrada se tiene que cerrar, se cerraría. Lo que no se puede es dejarla abandonada varios años hasta casi morir por inanición. Y si se decide ir para adelante, hay que meter no solamente fondos, sino profesores, titulaciones…
La presencia pública del anterior rector en Ponferrada se redujo al mínimo. ¿Cree que eso también contribuyó a que haya calado esa impresión?
Creo que es importante que el rector y vicerrectores estén presentes en Ponferrada. Se nombró un vicerrector para el Campus, que no lo había. Es importante para dar la sensación de que nos preocupamos del funcionamiento del Campus y para que nos enteremos de lo que pasa aquí.
¿Pero tenía la sensación de que era una disfunción que había que corregir?
Sí. Es algo que estaba latente. En el Campus de Ponferrada no se hizo ningún esfuerzo en los últimos años. También había un descuido en León en parte en las instalaciones. Pero aquí era todavía más acuciante poner remedio.
En su primera inauguración del curso en Ponferrada, en 2016, apostó por "no dispersarse" y tratar de potenciar los puntos fuertes del Campus. El principal son las titulaciones de Ciencias de la Salud. ¿Es posible incrementar el número de plazas en Fisioterapia y Enfermería, que siempre se cubren al 100%?
No es imposible. Sí lo es de forma inmediata para el curso siguiente. Pero sí es posible y está ligado más que a las instalaciones al profesorado. Hemos tenido una sequía de profesorado durante años en toda la Universidad de León. Aquí tiene que haber más plazas para permitir aumentar ligeramente el número de estudiantes.
A veces se aludía a dificultades para el concierto de plazas. ¿Es otro hándicap?
Sí, especialmente en Fisioterapia, más que en Enfermería. Pero yo creo que lo podemos ir solucionando.
Otra vía para profundizar en la línea de las Ciencias de la Salud será la implantación de Podología. ¿Qué puede suponer?
En principio empezará con pocos estudiantes porque en el primer y segundo curso de una titulación hay que ir con una cierta prudencia. Yo espero que tenga respuesta. Habrá que renovar y hacer instalaciones nuevas. También tendremos que tener unas buenas relaciones con los podólogos de aquí, que en principio lo ven como una amenaza, pero yo creo que con el tiempo se convencerán de que no es así.
El Máster en Viticultura ya tiene fecha de comienzo: enero de 2019. ¿Qué se puede esperar de esta iniciativa?
Será un máster de especialización, que no había en Ponferrada. Se va a empezar con otro máster, relacionado con las Ingenierías Agrarias y Forestales. En el caso del Máster de Viticultura, la idea es que atraiga a profesionales del sector y que tenga una proyección nacional más amplia con el paso del tiempo. Es un Máster de especialización y profesional.
El Campus tuvo Instituto de la Viña y el Vino y no llegó a cuajar. Tampoco lo hizo la rama agroalimentaria en una comarca que sí destaca en este ámbito. ¿Qué ha fallado para que no calaran cuando parecían darse las condiciones para hacerlo?
Con Industrias Agroalimentarias habría que haber tenido más paciencia, haber creído más y haber puesto más voluntad. Creo que debió haberse mantenido, entre otras cosas porque hoy todo lo relacionado con ciencias agrarias en España no tiene una excesiva demanda. Pero son períodos que pasan. Había unas excelentes instalaciones y profesorado. La Universidad decidió suprimirla. Yo pienso que se debe potenciar la rama sanitaria, pero también la parte de recursos naturales, que son más que agricultura.
¿Cabe deducir que falta contacto entre la Universidad y los agentes económicos? Si es así, ¿cómo se pueden estrechar lazos teniendo en cuenta además el duro impacto de la crisis económica en El Bierzo?
Ahora hemos tenido contacto con el sector del vino, con cooperativas agrarias… La Universidad tiene que tener contacto con el entorno y la sociedad. Se está contactando con empresas e instituciones que pueden tener relación con estas titulaciones. Lo contrario no tiene sentido.
¿Cómo ve precisamente el futuro de una comarca que ha visto cómo la crisis afectaba sobremanera a sus principales sectores económicos? ¿En qué medida la evolución económica puede afectar al futuro del Campus? ¿Puede llegar a comprometer su continuidad?
Aquí la crisis se ha sufrido de una forma muy virulenta. Y todo eso redunda en la población y en la capacidad económica. Pero yo creo que no tiene por qué afectar a la Universidad. No ha sido ésa la causa de que la Universidad de León tuviese menos atención con El Bierzo, sino que fue una cuestión de desinterés. Uno de los aspectos que mejor pueden ayudar a una región a salir de una crisis es formar buenos profesionales y reforzar su sistema educativo y de investigación, relacionados con el entorno. La Universidad tiene que ayudar a salir de la crisis; y yo creo que lo hace.
¿Un hipotético cierre del Campus no está en la agenda?
No, para nada. Nunca ha estado. La cuestión con el Campus de Ponferrada es 'o se cierra o se impulsa'. Lo que no se puede hacer es estar en una situación intermedia. Y la decisión era impulsarlo y apostar por él.
¿Tiene constancia de que antes de su llegada se llegó a plantear esa posibilidad?
Yo nunca. Yo ya estaba en León cuando se decidió abrir otro Campus. Yo ahí podía ser discrepante con esa idea. Pero cuando ya se instaura el Campus, lo que hay que hacer es llevarlo a cabo adecuadamente. Se ha dicho siempre que este Campus cuesta mucho. Pero igual nos llevamos una sorpresa y cuesta menos que alguna titulación o algún centro de León. No estamos hablando aquí de grandes gastos. La localización física no condiciona que tenga que gastarse más o menos dinero. No me he planteado eso nunca.
El doble grado en Ingeniería Forestal y del Medio Natural sí surtió efecto. ¿Es una fórmula que se puede marcar el camino para otras titulaciones?
Sí. De hecho, queremos que haya más dobles grados. Podología y Fisioterapia es un más que posible doble grado, por ejemplo.
El Grado con menos tirón es el de Geomática y Topografía. ¿Corre riesgo de desaparecer?
Los estudios, por el número de alumnos, pueden peligrar todos. Se hizo un plan de viabilidad, que se envió a la Junta. Y la Junta lo aceptó. Seguiremos impulsando el Grado de Geomática. Y si vemos que dentro de unos años es imposible seguir por la evolución de la propia sociedad o la demanda de profesional, habrá que decir que no se puede. La evaluación de la agencia de calidad, aunque tuviera pocos alumnos, fue muy buena.
Y a lo mejor tener la paciencia que decía antes que no se tuvo con Industrias Agroalimentarias…
Es que, al cambiar a grados y pasar de tres a cuatro años, en unos casos ha sido un beneficio. Pero en otros no sé si lo ha sido. Siempre pongo un ejemplo: la Facultad de Veterinaria, que hoy tiene más de 1.000 solicitudes en primera opción y casi 2.000 en total, no llegaba a 25 alumnos entre los tres cursos en los años sesenta. Si en aquella crisis, cuando sólo había cuatro facultades, se hubiera cerrado… Hay que adaptarse a las evoluciones soluciones.
Hay previsto un plan de inversiones para el Campus del Bierzo, que sí destacaba por sus buenas y modernas instalaciones. ¿Se están quedando obsoletas?
Se está invirtiendo. De hecho, hemos estado viendo unas instalaciones para el Máster del Vino de la planta piloto para la elaboración de vinos y otros productos. Y está muy bien. Puede que haya alguna máquina que cueste ponerla a punto. Pero en Fisioterapia y Enfermería ya se están renovando y se renovarán más equipos.
Durante años se habló de la posibilidad de contar con una Residencia Universitaria, supeditada a incrementar notablemente el número de matrículas. ¿Es posible retomar ese proyecto o resulta inabordable con los actuales alumnos?
No es inabordable.
¿Con las actuales matrículas? En su día se llegó a supeditar a contar con 2.000 alumnos.
En Ponferrada hay casi 600 alumnos. Con las titulaciones que tiene Ponferrada, aunque se cubrieran todas las plazas, tendría dificultades para llegar a 1.000 alumnos. Pero hay que tener en cuenta de que hasta 500 alumnos son de fuera de Ponferrada. Y 450 son de fuera del Bierzo. Por lo tanto, una pequeña residencia, ya que no hablamos de una residencia de 200 personas, de unas 60 ó 70 plazas yo creo es viable.
¿Se ha producido algún contacto?
Se está trabajando en ello. Pero son proyectos que llevan dos o tres años. Yo no descarto esa posibilidad teniendo en cuenta la cantidad de alumnos que llegan de fuera y el hecho de que la mayoría de las familias el primer y segundo año piensan más para su hijo en una residencia que en un piso. A partir de segundo ya es otra cosa.
La alcaldesa de Ponferrada habló en su día de un plan de promoción del Campus fuera de las fronteras provinciales. ¿Se ha avanzado en esa línea?
La propia Universidad está haciendo un plan en ese sentido. Tanto en el curso pasado como en el actual estamos trabajando en la captación de alumnos de nuevo ingreso. La Universidad de León acude a ferias de grado, hacemos campañas específicas segmentadas en redes sociales, estamos trabajando en otro proyecto como una página web específica para alumnado de fuera.
¿Cómo son las relaciones con el Ayuntamiento de Ponferrada y otras instituciones de la comarca?
Pues muy buenas con los ayuntamientos como el de Ponferrada y Villafranca del Bierzo, por ejemplo, y el Consejo. No se puede decir que una universidad va a sacar de la crisis a la zona. Pero yo creo que ayuda bastante al entorno de la ciudad y que crea riqueza siempre. Sólo hay que pensar que, si se pone el Grado de Podología y los nuevos másteres, vamos a llegar a 1.000 alumnos o nos acercaremos. De hecho, muchísimos son de fuera del Bierzo. Ya sólo con eso y los profesores y los trabajos que se generan con empresas de la zona… Si no está la Universidad, todo eso no se haría.
