La Escondida es la única explotación de interior que se mantenía abierta en la provincia y en toda Castilla y León. Los trabajadores habían protagonizado en meses pasados movilizaciones a las puertas de Compostilla II para urgir la reanudación de la compra de mineral después de que Endesa la retomara sucesivamente con Asturleonesa y Uminsa.
Así las cosas, la plantilla asumía de partida esta situación en el caso de que no llegaran a buen puerto las negociaciones de la empresa minera con la eléctrica sin que, en cualquier caso, todavía no se descarte un acuerdo entre ambas.