Iberdrola cierra las centrales de Lada y Velilla y se lleva por delante cientos de empleos

El cierre afectará a unas 400 personas. El complejo asturiano tiene en plantilla a 90 trabajadores y trabajadoras y el de Palencia emplea a otras ochenta. El resto trabaja en la industria auxiliar.

10 de Noviembre de 2017
Actualizado: 26 de Noviembre de 2017 a las 18:13
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velilla635
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A los trabajadores y a las trabajadores de las centrales térmicas de Lada (Asturias) y Velilla (Palencia), y a los de las empresas auxiliares, les ha caído esta mañana un jarro de agua fría. Iberdrola ha solicitado al Ministerio de Energía el cierre de las dos instalaciones. CCOO reclama a la eléctrica que sea "consecuente porque el desmantelamiento de la actividad se podría llevar por delante cientos de empleos e impactará de lleno en la actividad económica de dos comarca"s.

El sindicato calcula que el cierre de las centrales térmicas de Lada y Velilla afectará a unas 400 personas. En estos momentos el complejo asturiano tiene en plantilla a 90 trabajadores y trabajadoras y el de Palencia emplea a otras ochenta. El resto trabaja en la industria auxiliar. En Velilla el impacto del cierre será considerable, ya que la central es la última instalación industrial que quedaba en la comarca. Aseguran que permanecerán "vigilantes" a lo largo de todo el proceso que ahora comienza y que se podría extender hasta el año 2022. El Ministerio de Energía estudiará la petición de cierre y, antes de autorizar la operación, esperará a conocer los informes técnicos.

La decisión de Iberdrola se hace pública ahora que se está elaborando un real decreto con el que el Gobierno pretende regular el procedimiento de cierre de las instalaciones de generación eléctrica. En el comunicado que CCOO en Iberdrola ha distribuido entre la plantilla este viernes al tener conocimiento del cierre de las instalaciones, el sindicato explica que “no queda otra solución” que recolocar a las personas que se van a ver afectadas. Reclama a la eléctrica que “haga todo lo posible” para que las empresas contratistas que trabajan en Lada y en Velilla tengan la oportunidad de seguir trabajando para Iberdrola en otras instalaciones.

En cuanto el Ministerio de Energía autorice la desconexión definitiva, unas cuarenta personas de cada central deberán realizar el proceso de desmantelamiento de las instalaciones, un trabajo en el que se invertirán entre tres y cuatro años.