Jorge López (director LM Ponferrada): "La demanda ha disminuido para los próximos meses y probablemente nos veamos afectados"

El director de la planta de fabricación de palas eólicas aborda los planes de futuro de la factoría y reclama que las administraciones impulsen de nuevo el sector de las energías renovables

29 de Septiembre de 2019
Actualizado: 01 de Octubre de 2019 a las 13:48
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LM-ponferrada
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Vinculado a la compañía desde el año 2002, Jorge López (Ponferrada, 1976) asumió el pasado mes de enero la dirección de la planta de fabricación de palas eólicas de la empresa LM Windpower en Ponferrada, desde la que se suministran las gigantescas aspas que luego se instalan en los aerogeneradores de distintos países europeos y americanos. Con cinco líneas de producción en funcionamiento, la empresa roza los 1.000 empleados, lo que la convierte en el principal empleador privado de la comarca del Bierzo.

¿Siente el peso de dirigir la principal industria del Bierzo en número de trabajadores?

Sí, y por dos motivos. Yo soy ponferradino, me he criado aquí, salí a estudiar fuera y he vuelto a la que es mi casa. Ahora me siento con el peso de la responsabilidad de ser de aquí y de tirar por esta tierra a la que amo. Además, tengo casi 1.000 familias detrás de mi. Cuando tomas decisiones, eso pesa, quita el sueño, pero es lo que he querido hacer y esta empresa me ha dado la oportunidad.

Está a punto de cumplir su primer año como director de la planta. En este tiempo, ¿cuáles han sido los principales cambios?

Las lineas maestras ya estaban definidas. Yo era jefe de operaciones y ya estaba muy ligado a la anterior dirección de la planta. No ha habido grandes cambios, lo que sí hemos modificado totalmente es el plan de producción y eso no es una decisión mía propia sino que viene de la dirección general de LM. Con esos cambios en la producción, hemos intentado adaptar la plantilla, que ha pasado de 700 a cerca de 1.000 personas, a las demandas del mercado.

Tras superar un anuncio de cierre en el año 2011, la compañía aplicó un plan de viabilidad que logró reflotarla. ¿El buen momento actual es fruto de aquellas medidas?

Por supuesto. La planta, desde el 2011, dio un cambio radical bajo la dirección de Francisco Vega. El trabajo ha ido muy orientado a mejorar la seguridad y a trabajar con unos estándares de calidad muy altos, con productividades que nos han colocado en el grupo de cabeza entre las fábricas de LM. Hasta ahora todo ha sido crecer, hemos tocado techo y en este momento la fábrica está al cien por cien. Con esto no quiero decir que la planta se mantenga en estos volúmenes de producción y de empleo a lo largo de mucho tiempo. Nos gustaría mucho mantenernos pero tenemos que ser muy conscientes de que cuando llegas al techo, lo único que te queda es reducir. La demanda ha disminuido para los próximos meses y probablemente todos nos veamos afectados.

¿Qué grandes retos quedan pendientes?

El mayor reto de esta planta es su viabilidad a futuro y ése es el mayor compromiso que yo tengo en la agenda de mi plan estratégico. Para ello, tenemos que ser muy eficientes en seguridad, en calidad y en producción. Tenemos que ser conscientes que estamos en un país del primer mundo, con unos costes laborales relativamente altos comparados con fábricas otros países como Turquía, China o India, que son competencia directa nuestra. Partimos de que las energías renovables están creciendo, pero España sigue en un parón muy importante. La apertura del mercado nacional nos ayudaría a mejorar esa competitividad porque todo lo que sea exportar aumenta nuestros riesgos y reduce nuestros costes para poner la pala en el punto de instalación. Para LM Ponferrada es fundamental que haya mercado y demanda nacional.

La recuperación de las subastas en el sector eólico nacional que tuvo lugar el año pasado, ¿fue flor de un día?

Aparentemente. Para LM Ponferrada supuso la producción de un año y ya la hemos terminado, se han entregado las palas a los parques eólicos de Aragón. Hasta la fecha no ha habido más demanda, aunque hay noticias de que se está reactivando el mercado de las renovables, con la solar fotovoltaica en primera línea y luego vendrá la eólica. Con la incertidumbre política del Gobierno, es difícil saber cómo irá. Sin embargo, España tiene un área que nos puede garantizar la vida a medio plazo: la repotenciación, es decir, el reemplazo de las máquinas antiguas por máquinas nuevas, más eficientes, con mayor generación y menor tasa de ruido. Es una técnica que ya se está aplicando en países como Alemania y Estados Unidos, mientras en España, que fuimos pioneros en energía eólica, aún no se ha puesto en marcha. Ahí también están puestas nuestras esperanzas, no sólo en las nuevas ubicaciones.

La planta pronto cumplirá dos décadas desde su puesta en funcionamiento. ¿En qué estado se encuentran las instalaciones?

Tenemos unas instalaciones que requieren de inversión en actualizaciones que nos hagan más eficientes. La productividad no sólo se basa en las líneas de producción, también hay que ser eficiente en cuanto a costes energéticos, rendimientos de equipo y todos los soportes que ayudan a la producción. Estamos haciendo cambios en los sistemas de aspiración y en la optimización de las máquinas para utilizarlas cuando realmente se necesiten, que no estén trabajando todo el tiempo si no es necesario.

Las dificultades que afrontan los camiones en los accesos a la autovía A-6 son uno de los principales problemas a los que se enfrenta la compañía. ¿Qué vías de solución existen?

La A-6 es nuestra principal vía de comunicación y estamos teniendo un problema serio para meter nuestros camiones en la autovía, porque la raqueta de acceso no permite el giro de las góndolas actuales, con tamaños de hasta 70 metros, sin invadir el carril lento. Tenemos un proyecto realizado para mejorar los accesos en dirección a La Coruña, que ya está validado por la administración. Nos queda el último trámite, que es el tema de las fianzas y la firma final de la licencia. Esperamos que las obras puedan ponerse en marcha antes de que acabe el año. Además, solicitaremos la ayuda de las administraciones para dar respuesta a los problemas en el acceso en dirección Madrid. A día de hoy, lo que hacen los camiones es tomar la autovía en dirección a La Coruña y dar la vuelta en la rotonda de Columbrianos, en la siguiente salida, aunque el giro de los camiones bloquea la glorieta entre 15 y 30 minutos cada día, con el consiguiente perjuicio para los usuarios de la carretera. Debemos dar servicio a una empresa como LM, ubicada en el Bierzo y con intención de seguir aquí.

¿Cuáles son las principales carencias del polígono en el que se encuentran ubicados?

El polígono de la Llanada empezó muy fuerte en el año 2000 pero al final nos hemos quedado cuatro industrias. Es un polígono sin señalización ni marcas claras y algunos transportistas que vienen por primera vez no lo encuentran. Tampoco hay zona de aparcamiento de camiones, nosotros hemos hecho una propia por cuestiones de seguridad. El polígono está en una situación de abandono que hay que reactivar.

¿Qué medidas prevé impulsar el centro de excelencia de la factoría en cuanto a formación?

La formación es la clave del éxito para LM. Todavía no hay ciclos formativos para los materiales compuestos con los que trabajamos, como puede haber de chapa, de metalurgia o de ebanistería. Nosotros tenemos que formar a nuestros trabajadores y ahí es fundamental la labor que está desarrollando nuestro centro de excelencia y los contactos que está llevando a cabo el departamento de recursos humanos con los institutos de la zona para conseguir pequeñas asignaturas orientadas a materiales compuestos, no sólo para LM sino para otras industrias que también los usan, como la aeronáutica o la automoción.

¿Qué otras iniciativas se proponen en el ámbito de la igualdad de género?

Nuestro objetivo es la igualdad completa, pero debido al lugar de donde venimos es muy difícil. En el último grupo de contrataciones, el ratio ha sido 60 por ciento de hombres y 40 por ciento de mujeres y estamos intentando ser lo más equitativos en función de los perfiles recibidos. Hace dos años, cuando arrancamos con el proyecto de igualdad de género, la tasa de contratación de mujeres se situaba entre el 15 y el 18 por ciento y a día de hoy ronda el 30 por ciento. Además se están adaptando todos los puestos de trabajo, introduciendo nueva maquinaria y mejoras ergonómicas, que faciliten que los pueda desarrollar indistintamente un hombre o una mujer.

¿Y en el ámbito del respeto al medio ambiente?

Nuestros procesos industriales son los que son. Trabajamos con resinas, fibra de vidrio y otra serie de elementos. Lo que buscamos es que todos los procesos industriales sean lo más limpios que se pueda. Ya que la materia prima no la podemos cambiar, estamos centrándonos en utilizar energías limpias. Hemos cambiado el alumbrado de la fábrica a luces LED, hemos optimizado los ciclos de renovación de aire de las naves y todo ello redunda en un menor consumo energético, lo que disminuye nuestra huella de carbono. Tenemos otro proyecto a medio o largo plazo, para instalar paneles solares en el parque, de manera que mejore la eficiencia energética a la vez que se reducen los costes. Vamos paso a paso, porque el proyecto requiere de unas inversiones potentes, pero somos una empresa que trabajamos para generar energía limpia y tenemos que consumir energía limpia.