José Luis Prada recibe el sábado el Botillo de Oro del Partido del Bierzo

“Emprendedor”, “autodidacta” o “visionario” fueron algunas otras de las palabras que el jurado dedicó al empresario hostelero

21 de Abril de 2019
Actualizado: 23 de Abril de 2019 a las 17:40
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El Botillo de Oro, el premio que anualmente entrega el Partido del Bierzo en reconocimiento a colectivos o personas que destacan por su contribución a la difusión de las bondades de la comarca, recayó en su edición número 33 en el empresario José Luis Prada, más conocido como 'Prada a Tope', que recibirá el galardón el sábado, 27 de abril, en un acto que se desarrollará a partir de las 12.30 horas en el parque de la Provincia del Bierzo en Ponferrada. “Prada ha sido y es embajador sin parangón del Bierzo, sus productos y sus monumentos y defensor de sus valores y tradiciones”, destacaron los miembros del jurado.

“Emprendedor”, “autodidacta” o “visionario” fueron algunas otras de las palabras que el jurado dedicó al empresario hostelero, al que definieron como “una figura histórica, amante por encima de todo de nuestra querida tierra berciana”. Según destacaron, Prada acumula más de medio siglo de trabajo al frente de sus diferentes proyectos, primero en Cacabelos y, desde hace dos décadas, en el Palacio de Canedo.

Igualmente, los organizadores del premio también pusieron en valor el galardón que anualmente entrega la Fundación Prada a Tope a los mejores proyectos de reconstrucción del patrimonio y la edificación singular de la comarca o el impulso que se brinda al medio rural y al medio ambiente a través del 'Bosque didáctico'. “Esta peculiar visión y defensa de nuestra tierra es un referente para jóvenes empresarios, agricultores y productores del Bierzo”, subrayaron.

Por último, el jurado también reconoció la “labor generosa” de colaboración con asociaciones de enfermos y colectivos sociales y culturales de la comarca que el empresario lleva a cabo, así como la “ilusión, empuje y optimismo” que transmite con su ya famosa frase “¡A tope!”.

Con la entrega de este premio, el movimiento bercianista pretende recordar la antigua tradición según la cual, durante el martes de carnaval, las casas bercianas degustaban el último botillo del año, el más grande y el más apreciado.