La historia del Bierzo también se cuenta a través de sus gentes y de los diferentes periodos históricos que transformaron España a lo largo de los periodos históricos. Previamente a la democracia actual instaurada en España desde el año 1978, la sociedad vivía bajo la dictadura de Francisco Franco (1939-1975), y entre esa sociedad de antes, se encontraban los niños y niñas de las zonas rurales del Bierzo, que desgraciadamente muchos de ellos no pudieron gozar de una educación de calidad, y en otros muchos casos pocas veces fueron las que pisaron las escuelas rurales. En aquellos tiempos primaba el trabajo y las mentalidades (y necesidades incluso básicas) pasadas abogaban por la filosofía del trabajo para la casa (fundamentalmente en la zona, el campo y el ganado) frente a la posibilidad de empaparse de conocimiento. Como los valores que se inculcaban.
Sin embargo, los pueblos del Bierzo contaban con pequeñas escuelas rurales bajo las órdenes del Ministerio de Educación Nacional que llenaron los pupitres de aquellas escuelas de pueblo, divididas por sexos. Los niños por un lado y las niñas por el otro, nada de grupos mixtos como en la actualidad. Y es que, vale con observar una cartilla de registro educativo para poder ver de primera mano la fuerte ideología que de una u otro forma también se transmitía a los jóvenes estudiantes, desde el canto franquista del Cara Al Sol cada día en las aulas, como también pequeñas muestras que en la actualidad no pasan desapercibidas, como esta cartilla educativa de la escuela de niñas de la localidad ponferradina de Villanueva de Valdueza, fechada de los años 50 y 60 en España, plena Dictadura Franquista.
Como se puede percibir, la profesión del padre era necesaria para cumplimentar la hoja de registro, pero no la de la madre, ya que en esos años las mujeres, en su mayoría, y más en zonas rurales, se dedicaban al cuidado de los hijos, la manutención y cuidado de la casa como del propio marido. Por eso mismo, a la entidad educativa del momento no le importaba a que se dedicara la madre de los estudiantes, ya que lo normal era lo anteriormente citado: su mundo era su hogar, la familia y la fuerte creencia en la fe cristiana.
Además, entre otras de las peculiaridades de esta cartilla de Villanueva de Valdueza se puede observar como el proceso de calificación poco tiene que ver con el actual. En esos años, el aprobado se encontraba entre el 2 y 3, no como en la actualidad, donde la norma general marca el aprobado a partir del 5. En ese periodo pasado, sacar un 4,5 o 6 sería un "bueno" y lo que sí se mantiene en la actualidad es el notable (7 y 8), como el sobresaliente (9 y 10).
Muy posiblemente, esta situación nacía de la carencia de conocimientos en términos generales que sufrían los jóvenes de esos años, que ahora resultan ser nuestros abuelos. Pocas opciones de éxito educativo existían sino se internaba en un colegio cristiano, o en las academias que se ubicaban en las ciudades. Sin duda alguna, una breve muestra de la evolución de la educación, de los valores y de los derechos de igualdad para hombres y mujeres.
