La Casa Cuna de Ponferrada: Casi 10.000 niños entregados en 150 años de historias de 'tornos' y despedidas en un capítulo 'velado' de la ciudad

La infancia, ese arma tan valiosa que se encarga de conformar a las personas para el resto de los días. Una parte vital del ser humano, que debería estar cargada de ilusiones, sueños, risas, abrazos, cariño, respeto... Sin embargo, no todos los venidos al mundo han tenido las mismas oportunidades, ni los mismos orígenes, a lo largo de la historia. La capital del Bierzo, la antigua Villa de Ponferrada puede dar cuenta sobre las infancias de casi 10.000 pequeños, cuyos futuros empezaron a escribirse siendo entregados en un torno, en la puerta o incluso en las verjas de la Casa Cuna de Ponferrada.

16 de Diciembre de 2022
Actualizado: 09 de Enero de 2023 a las 11:10
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casa cuna ponferrada portada
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La infancia, ese arma tan valiosa que se encarga de conformar a las personas para el resto de los días. Una parte vital del ser humano, que debería estar cargada de ilusiones, sueños, risas, abrazos, cariño, respeto... Sin embargo, no todos los venidos al mundo han tenido las mismas oportunidades, ni los mismos orígenes, a lo largo de la historia. La capital del Bierzo, la antigua Villa de Ponferrada puede dar cuenta sobre las infancias de casi 10.000 pequeños, cuyos futuros empezaron a escribirse siendo entregados en un torno, en la puerta o incluso en las verjas de la Casa Cuna de Ponferrada.

 

Foto: Restos del torno en la actualidad, de la segunda ubicación de la Casa Cuna de Ponferrada en la Calle del Hospital / Luis Boya

 

Un total de 157 años pasaron desde que en el año 1.775, la ciudad del puente de hierro abrió su primer hospicio, hasta el año 1932, cuando cerró definitivamente. Por la Casa Cuna de Ponferrada pasaron religiosos, religiosas, nodrizas, parteras, médicos, cirujanos, enterradores... Y bebés... que en muchos casos, por "cuestión de honor" su destino sería el apellido Blanco, despojándose así de sus raíces, como de su madre y su familia. Nacieron para vivir otra vida, sin poder decidirlo por ellos mismos. Con apenas días o meses de vida, rompieron con su sangre, y pasaron a ser un número más, que en muchos casos, consiguieron construir una vida posterior. Pero todo esto puede ir un paso más, porque para conocer la intrahistoria de la infancia de estos miles de pequeños, habrá que empezar por su hogar, la Casa Cuna de Ponferrada, un espacio que frente a los posibles estigmas, "el 98% sabían leer y escribir, cuando la ciudadanía normal estaba en un 80% de analfabetismo", afirma el escritor Ángel Morales. 

 

Foto: Niñas de la Casa Cuna de Ponferrada a las puertas del Castillo de Ponferrada / Libro "Casa Cuna de Ponferrada" escrito por Ángel Morales

 

La Real Cédula sobre el impuesto al consumo del vino en El Bierzo: uno de los primeros documentos que hacen referencia a la Casa Cuna de Ponferrada

El escritor Ángel Morales, publicaba en el año 2001, "La Casa Cuna de Ponferrada", donde afirmaba que "el primer documento que hacer relación al centro de Ponferrada se halla en la 'Real Cédula sobre el arbitrio de un maravedí sobre cada azumbre de vino' (AHP)". En este documento histórico, se "solicita al Rey la concesión de poder poner en ejecución un gravamen sobre el consumo del vino, y con los dineros que se recaudaran se mantendría un Hospicio en León capital". 

Sin embargo, los bercianos al albergar "tres cuartas partes" de la producción vitivinícola de la provincia, se les reclamaba pagar más impuesto que al resto de la provincia. Al respecto, los bodegueros y productores de la Comarca, consideraron que sería más justo percibir parte de esa recaudación, "y así disponer de medios para poder instalar una Casa de Misericordia, que aliviara los desplazamientos de las criaturas a León", apunta Morales. Finalmente, El Bierzo no percibió esas ayudas, tal y como muestra la Real Cédula, pero sí se da el permiso para la instalación de la Casa Cuna. "... encargó al mismo tiempo al Administrador de la citada Casa de Misericordia, y Niños Expósitos de León, dispusiera, se estableciese por su cuenta en dicha Villa de Ponferrada una Casa, donde se recibieran expósitos de todo su distrito", explica la Real Cédula, ubicada en el AHP, hoja III. 

 

Foto: Sello de la Casa Cuna de Ponferrada / Libro "Una obra social olvidada" escrito por Casimiro Bodelón

 

Orígenes de la Casa Cuna de Ponferrada, marzo del año 1775

Según la documentación oficial conseguida por Ángel Morales, el rey Carlos III, remitió una carta a los "Regidores del Bierzo", en la que se expresa "su acuerdo y consentimiento para su fundación y funcionamiento posterior", este escrito expresa lo siguiente: "Casa Cuna de Ponferrada hijuela de la de León, fundada por SM. D. Carlos III (QEPD) en Febrero de Mil Setecientos Setenta y Cinco a solicitud de esta Villa, con objeto de evitar las muchas muertes de expósitos que ocurren ya por carecer de aquel piadoso establecimiento en ella é ya por el largo camino que hay a la Capital de la cual dista 17 leguas" (Fondo de Beneficencia, documento fundación caja Q, AHP).

 

Foto: Retrato del rey Carlos III (1716-1788)

 

 

Sin embargo, el Libro Primero de Registro de Entradas, mostraba más datos sobre su fundación. Por un lado, sería Joseph del Río el primer Administrador de la Casa Cuna de Ponferrada, fechando el 31 de marzo del 1775 como el día del primer ingreso en la Inclusa ponferradina. Se trató de una bebé, procedente de Cacabelos. "El día treinta y uno de Marzo de mil setecientos setenta y cinco, trajeron a la casa de niños expósitos de esta Villa de Ponferrada a una niña de la Villa de Cacabelos, y según consta al testimonio dado y firmado por D. Manuel eclesiástico presbítero en la citada Villa.... lo firma D. Joseph del Río" (Libro Asiento de enfermos y expósitos de Ponferrada). 

Unos inicios de los que otro autor, Casimiro Bodelón, escribe en su obra "Una obra social olvidada" -aún sin publicar, y a la que ha tenido acceso este medio por parte del mismo Bodelón-, que sin poder haber accedido al documento fundacional, sólo puede afirmar que "es de creación Real (Carlos III)" añadiendo que " tal documento o uno similar, no lo he encontrado porque en los archivos del ayuntamiento de Ponferrada, según afirma el archivero, ha desaparecido el libro de actas correspondiente a los años referidos a la creación de la inclusa (1774-1775)". Por tanto, queda claro que fue el rey Borbón, Carlos III, el encargado de fundar este hogar para los bebés y niños cuyos familiares no pudieron hacerse cargo de ellos, como también queda fechado el mes de marzo de 1775 como el punto de partida de esta historia, que según Bodelón está llena de "héroes y heroínas, llamadas nodrizas/madrinas, por muchos infravaloradas y para mi admirables".

 

Las diferentes ubicaciones de la Casa Cuna en el 'Barrio de San Andrés'

 

Foto: El autor, Casimiro Bodelón, junto al primer edificio de la Casa Cuna (1735-1832), en la calle Cruz de Miranda nº 15 / Biblioteca de Ponferrada

 

La Inclusa ponferradina pasó por varias fases, y con cada una de ellas, albergó un espacio distinto. Eso sí, siempre viviendas alquiladas, nunca se compró vivienda para tal fin. Sólo en la década de los 50 se intentó edificar, pero eso tendrá lugar unos párrafos más abajo. En los primeros documentos, que tuvo acceso Ángel Morales, se referenciaba "por ser mi morada" o "a las puertas de mi casa", por lo que pudo concluir que la primera Casa Cuna "era el domicilio del Sacerdote y Administrador", siendo este, Joseph del Río. Una primera vivienda que se ubicó en la calle Cruz de Miranda "salida hacia la Borreca, y muy cerca del camino al cementerio del Carmen" y que por el año 2001, era "propiedad de la Herencia Valdés". 

 

Foto: Primera ubicación de la Casa Cuna de Ponferrada en la calle Cruz de Miranda / Extraída del libro "Casa Cuna de Ponferrada" de Ángel Morales

 

Sin embargo, esta primera ubicación carecía de torno, dato que permitió concluir que la Casa Cuna de Ponferrada, se instaló en una segunda vivienda alquilada: "de este torno no se hace mención en ningún momento durante los años que dura esta ubicación, 1775-1824", explica en su obra publicada en el año 2001. Esta segunda vivienda para la Casa Cuna ponferradina se instaló en la Calle del Hospital. Como dato, a partir de 1.822 el Bierzo se convertiría en Provincia del Bierzo. 

 

Foto: Segunda ubicación de la Casa Cuna de Ponferrada en la calle del Hospital / Extraída del libro "Casa Cuna de Ponferrada" por Ángel Morales

 

Una 'mudanza' obligada, ya que "debido al auge que tuvo y la gran acogida de expósitos que se efectuó desde sus comienzos, pronto quedó pequeña esta primera ubicación". Un segundo espacio para la Inlcusa de la capital del Bierzo, que años más tarde del cierre de la misma, se convirtió en la histórica Panadería "La Jinga", y que actualmente puede seguir observándose el torno en su fachada (encontrado tras la reforma, ya que se encontraba tapado). Una vivienda que contaba hasta con "un amplio solario" para que los pequeños tomaran el sol.

 

Foto: 'Solárium' en la segunda ubicación de la Casa Cuna de Ponferrada / Extraída del libro "Casa Cuna de Ponferrada" por Ángel Morales

En último lugar, la Casa Cuna paso a ubicarse en la Calle Estafeta "nº10". Al respecto de este emplazamiento, "se tienen más datos, pues todo se encontraba controlado y la correspondencia de todo tipo se halla ampliamente reflejada en numerosos documentos [...] incluso varias personas mayores consultadas, recuerdan las salidas de paseo de los expósitos vigilados" por el personal de la institución.

 

Foto: Tercera ubicación de la Casa Cuna de Ponferrada en la calle Estafeta / Extraída del libro "Casa Cuna de Ponferrada" por Ángel Morales

 

Una cuestión de honor y el apellido Blanco

El nacimiento de un bebé procedente de fuera del matrimonio "religioso" era en aquel momento, una "cuestión de honor". Muchos de los pequeños que empezaban sus días en la Casa Cuna de Ponferrada, procedían de embarazos externos a lo estrictamente obligado, consumar y procrear con el cónyuge. Como también muchos vinieron de madres solteras que no podrían hacerse cargo. "La entrega a la Casa Cuna de criaturas para su cuidado, según las circunstancias del momento venían avaladas con diversos escritos que denotaban el grado de pesadumbre al abandonar a los lactantes", apunta Morales. 

 

Foto: Expósitos a las puertas del Castillo de Ponferrada / Extraída del libro "Casa Cuna de Ponferrada" por Ángel Morales

 

Entre los registros de entrada de los lactantes se encuentran estos:

  • Expósito Nº-1385 - "Veintiuno de Junio de 1805,... bautizado en sí vengo, llamarme Justa de Fortuna, cuidarme bien que mi padre lo pagará, y a donde vaya me buscará, cuestiones de honor no dejan quedarme con ella"

  • Expósito Nº- 3105- "Se suplica tenga en bondad en dar orden que esta niña sea mirada de toda consideración, pues que pasado algún tiempo "por cuestión de honor", encarguen de ella; el sujeto a quien interesa va sin bautizar. Se le debe poner Jesusa Telesfora con el fin de que no se confunda con otra cuando se verifique su recogida". 

  • Expósito Nº-3700- "que el niño adjunto a esta papeleta se cuide con limpieza y buena redacción pues la madre lo echa por salvar su honor que dentro de cuatro años o cinco lo sacará y pagará los atrasos lo adoptará, sino muere antes"


 

Todos los niños y niñas que comenzaron sus días en la Casa Cuna Ponferradina contaron con un primer apellido, que marcaría su procedencia hasta el resto de sus días. Se trata del apellido Blanco, "como recuerdo e insignia de su inocencia y por la dependencia originaria del Arca de León, donde se les consideraba a todos los expósitos como hijos de Nª Sª La Blanca, titular de la Catedral de León. Salvo los hijos de las nodrizas internas y algunos ingresados por orfandad", explica Casimiro Bodelón, en la publicación -sin publicar hasta el momento- "Un obra social olvidada".  Eso sí, todo tenía su final, por lo que tanto los niños como niñas dependerían del centro hasta cumplir 21 años los hombres y 25 las mujeres, o "hasta que hubiera un casamiento". 

 

Foto: Torno RR.MM.CC ( Similar al que se ubicaba en la Casa Cuna de Ponferrada de la Calle Hospital / Extraída del libro "Casa Cuna de Ponferrada" por Ángel Morales

 

Funciones de las madres nodrizas y las parteras

Una de las figuras más importantes dentro de la casa de niños y niñas expósitos eran las "amas-nodrizas o madrinas", así las define Casimiro Bodelón, además de ser consideradas como "heroínas", por lo menos para el escritor. Su labor estaría destinas al cuidado y preocupación por las pequeñas criaturas. Incluso "un número significativo de nodrizas fueron en su origen antiguas niñas acogidas, cuya tragedia materna se volvió a repetir en sus vidas, tras haber sido abusadas y abandonadas, al ser consideradas por algunos como objetos de uso y abuso, por ser del hospicio", apunta Bodelón en "Una obra social olvidada".

 

Foto: Relación de nodrizas / Extraída del libro "Casa Cuna de Ponferrada" por Ángel Morales

 

En la misma línea, Ángel Morales, en su publicación, define a las madres nodrizas como "madre de pecho" o "la criadora", sin ella el lactante estaba en situación, sino muy grave, "en términos nos reales, grave. Además, las nodrizas a partir de 1800 ya contaban con un reglamento, "para el buen funcionamiento de las mismas, y en bien de crédito del propio centro", afirma Morales.

Por otro lado, también se encontraba la figura de las "parteras". Estas mujeres "que por sus conocimientos, solían atender en el alumbramiento de niños de forma profesional y asistidas por las enseñanzas de un médico, que con anterioridad al parto había reconocido durante su gestación a las embarazadas", constata Morales. Muchas veces, eran llamadas en "casos de honor" para atender a las mujeres embarazadas, y así evitar acudir a un médico oficial. 

 

Pueblos y localizaciones del Bierzo como puntos de acogida para los expósitos de la Casa Cuna de Ponferrada

El Bierzo precisó de la instalación de una Inclusa en Ponferrada, con el fin de poder atender a las necesidades de la forma más óptima y así también evitar largos desplazamientos de las criaturas hasta León capital, entre otros motivos. Así, Ángel Morales va más allá y afirma que "El Bierzo se dividió en zonas, donde una persona responsable, designada con anterioridad, y de acuerdo a los fines que se seguían por parte de la Casa Cuna, efectuaba el seguimiento de las mujeres embarazadas que pudieran ser futuras nodrizas, o bien madres recientes que dispusieran de la suficiente leche", y que estuvieran dispuestas a amamantar a 2 pequeños a la vez. De este modo, a través del correo se comunicaba lo que en cada zona del Bierzo ocurría. 

 

Foto: Extraído del libro "Casa Cuna de Ponferrada" por Ángel Morales

 

Morales destaca que podría "haber citado a todos los puntos bercianos", como lugares de acogida para niños expósitos. Sin embargo, el escritor selecciona aquellos que se repetían más de tres veces o más y son los siguientes:  Losadilla, Melezna, Villafranca del Bierzo, Trabadelo, Sotelo, San Juan de Paluezas, Priaranza, Corullón, Moldes, Sobrado, Villaverde de los Cestos, La Portela, Pereje, Sigüeya, Oencia, Santa Cruz, Yebra, Cabeza de Campo, Páramo del Sil, Llamas de Cabrera, Cacabelos, Paradela de Muces, Cadafresnas, Llamas, Lomba, Sanfinz do Seo, Castrillo, Quiroga, Encinedo, Santa Lucía de Valdueza, Primout, Valdefrancos, San Pedro Mallo, Dragonte, Pobladura de las Regueras, Campo, Molinaseca, Salas, San Cristóbal o Toral de Merayo, entre otros. 

Sin embargo, cuando los niños y niñas procedían de Ponferrada, a Ángel Morales le llamó la atención que "no aparecen nombradas las familias que los cuidan, salvo en contadas y escasas ocasiones, y con relación a cómo y a quién se entregan, o quedan a cargo de los expósitos. 

 

Cierre de la Casa Cuna de Ponferrada (1932) y la intención de edificación en el año 1952

Este espacio destinado a los expósitos del Bierzo contó con tres intentonas de cierre, aunque finalmente finalizó sus años para con estos niños y niñas el 31 de diciembre de 1932. En estos términos, Casimiro Bodelón constata en "Una obra social olvidada" que "Una Real Orden del 15 de noviembre de 1888 impidió el cierre solicitado. Así las cosas, la obra aún sobrevivió otros 44 años; hasta que, en sesión del 11 de mayo de 1932, la Comisión Gestora aprobó el cierre definitivo, fijando fecha: el 31 de diciembre de 1932. Cerrada la Casa y trasladados los menores dependientes de la misma, con todos sus expedientes, libros de contabilidad, de entradas y de bautismos al hospicio de León, aún se llevaron a cabo multitud de gestiones, hasta el año 1952, pidiendo que se construyera en la ciudad ponferradina un edificio propio y adecuado al fin social primigenio". 

 

Foto: Extraído del libro "Casa Cuna de Ponferrada" por Ángel Morales

 

El último expósito de la Casa Cuna de Ponferrada 

La última inscripción a la Casa Cuna de Ponferrada, se produce el 12 de diciembre de 1932, tal y como muestra Bodelón en sus escritos, tras consultar todas y cada una de las partidas. Se trataba del número 9721 y respondía al nombre de Domingo Blanco Expósito. "El 16 del mismo mes, el médico dio orden de su traslado fuera de la casa porque presentaba síntomas de tosferina y podía contagiar al resto de acogidos y al personal de atención directa. Finalmente, Domingo falleció en el pueblo de Hornija el 22 de octubre de 1933, donde estaba siendo atendido por una nodriza (Águeda García), pagada por la Diputación". 

 

Foto: Actualidad de la segunda ubicación de la Casa Cuna de Ponferrada / Luis Boya

 

Casi 10.000 niños pasaron por la Casa Cuna de Ponferrada, muchos fallecieron siendo criaturas, y otros consiguieron salir adelante, construyendo una vida fuera de los muros de la Inclusa de Ponferrada. Sin embargo, todos y cada uno de ellos fueron niños y niñas, que sin duda alguna, contarían con sus sueños y sus aspiraciones futuras. Nadie podrá olvidarse de eso, ni de la importante labor que ejecutaron durante casi 200 años, tanto la institución como las personas que se encargaban de sacar a estos pequeños. Y como dice Casimiro Bodelón: "Sí, entre nosotros Navidad es Nacimiento, es cuna, es recuerdo de calor de hogar, a pesar de la pobreza material. Siempre abundaba la riqueza afectiva". 

 

Foto: Actualidad de la segunda ubicación de la Casa Cuna de Ponferrada / Luis Boya

 

Foto: Actualidad de la tercera ubicación de la Casa Cuna de Ponferrada / Luis Boya