"Queremos apostar por una producción de calidad", señala el presidente de ALA (Asociación Leonesa de Apicultores) y secretario de Apícola del Bierzo Sociedad Cooperativa, Javier Morán, para aspirar a integrar a otros ocho productores a título provincial que faltan en El Bierzo hasta sumar una veintena, uno de cada cuatro que operan en estas condiciones en la provincia de León (que registra a un total de 1.408 apicultores -contando también a los que tienen la miel como actividad complementaria-, de los que el 35% están asentados en la comarca). Los ya integrados en la cooperativa cuentan con sellos específicos de certificación ecológica, así como de la Diputación de León, de Productos de León y de Tierra de Sabor.
Morán revela contactos infructuosos con el resto del sector para aspirar a conseguir un sello de carácter provincial, la conditio sine qua non impuesta por la Diputación de León para subvencionar un estudio polínico capitaneado por la Universidad de León (ULE). A falta de consenso, la cooperativa berciana ya ha dado los primeros pasos de un largo camino de trámites que podrían prolongarse al menos durante dos o tres años. "Pero cuando haya un sello comarcal ya no podrá haber uno provincial", advierte para atribuir el disenso en el sector tanto al "desconocimiento y la falta de voluntad" como a un "recelo" por el sometimiento de un control externo.
"Hemos sido otra vez los bercianos los que hemos asumido el riesgo y apostado por nuestra tierra", añade Morán antes de citar características propias de la producción de la comarca marcada por las floraciones vinculadas a los castaños, los robles o las encinas, características que están llamadas a guiar el proceso para la consecución de una Marca de Garantía para la miel del Bierzo.