La Escondida, el último reducto de la resistencia minera en León

El empresario Manuel Lamelas Viloria asegura que su intención es continuar con la explotación de Caboalles de Abajo "como podamos, más grandes o más pequeños, según los mercados"

22 de Noviembre de 2018
Actualizado: 27 de Noviembre de 2018 a las 14:03
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En el interior de la mina La Escondida aún se pica carbón. La explotación de Hijos de Baldomero García (HBG) en Caboalles de Arriba, en Villablino, es la única que resiste en la provincia de León y el objetivo es seguir resistiendo, a pesar de los últimos envites. Esa es la idea del empresario Manuel Lamelas Viloria, lleva muchos años en el sector del carbón y no está dispuesto a tirar la toalla, aunque todo venga de contra. "Nuestra intención es continuar como podamos, más grandes o más pequeños, según los mercados", afirma Viloria, a partir de 2019

De momento, siguen funcionando pendientes de cómo se van desarrollando los acontecimientos y con toda la incertidumbre que genera la desconexión inminente de Anllares y la decisión de Endesa de apagar también Compostilla en 2020. El cierre del pozo Salgueiro de Uminsa, en Santa Cruz de Montes (Torre del Bierzo), tampoco ayuda. Hasta final de año tienen acuerdo con Endesa para seguir metiendo carbón en la central térmica de Cubillos del Sil -más de 37.000 toneladas en lo que va de año-. "Hasta final de años estamos tranquilos y hay que seguir negociando, pero de momento sólo tenemos palabras, concreto no tenemos nada ni en cuanto al cierre ni en cuanto a la venta de carbón", añade el empresario.

En La Escondida continúan trabajando cerca de 60 mineros, de los que 53 pertenecen a la contrata. El resto pertenecen en la matriz, pendientes de cumplir este año con los requisitos de las prejubilaciones -los otros trabajadores con contratos indefinidos se habían acogido a la baja incentivada el año pasado-. Hay preocupación, pero resisten. "Nos interesa que siga esto en Villablino pero, viendo ahora lo que pasará con Compostilla, nos hace ser un poco más escépticos sobre cuál puede ser el futuro de la explotación", señala el secretario comarcal de CCOO en Laciana, Omar García, que añade que a "HBG no le hace falta conseguir contratos de mucha producción porque es una mina pequeña".

Bajo el suelo de la 'Veiga del Palo'

La última mina de León se "oculta" bajo el suelo de la 'Veiga del Palo' de Caboalles de Arriba, el mismo pueblo donde Baldomero García abrió la mina Paulina en los años 20 -también era dueño de La Gallinera, en Caboalles de Abajo-, en una década próspera para el sector minero en Laciana -había una quincena de explotaciones activas entre  1917 y 1924-. "Un burgués ilustrado, aficionado a la literatura y la música, conservador y republicano y muy allegado a la Institución Libre de Enseñanza". Así describe Víctor del Reguero en 'Las gafas del Belga' a Baldomero García, cuyo hijo José -casado precisamente con la hija de Marcelo Jorissen- sería el encarga de poner en marcha La Escondida en 1957

José García estuvo muchos años vacilando con su apertura, entre otras cuestiones, por su orografía y su ubicación alejada de la carretera. Él ya había puesto antes los ojos en Minas de Tormaleo, pero la necesidad de una importante inversión para su puesta en marcha le echó para atrás y ceder ante la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP), que se hizo finalmente con la explotación. Es en ese momento cuando el hijo de Baldomero García se  embarca en abrir La Escondida.