María Luisa Picado / César Sánchez / ICALLa Escuela del Ayer, en el municipio berciano de Fabero, acogerá el próximo 10 de febrero la presentación de la tercera novela de María Luisa Picado, 'El último camino', un libro en el que la autora cuenta la historia de tres antiguas amigas a las que la vida ha separado y que se reencuentran a raíz de una carta manuscrita que les ayudará a restañar las heridas del pasado. La escritora, de origen extremeño, afincada en Cataluña y que pasó su juventud en la cercana localidad de Matarrosa del Sil, en Toreno, participará en el coloquio de presentación.
Al respecto, Picado desveló que una de las protagonistas de la novela, editada por Angels Fortune Editions, es nativa de la cuenca minera. “El corazón de la gente minera es muy especial y yo quiero que la gente que lea el libro conozca cómo se vivía en esos pueblos”, explicó la autora a Ical. No es la primera ocasión en la que Picado recurre a sus recuerdos en la cuenca berciana como material literario. Su segunda novela, 'Camino Negro' también repasaba “vivencias, emociones y recuerdos” de su etapa en Matarrosa, a donde acudirá a presentar su novela el mismo día 10.00 a las 18.00 horas.
“Utilizo mis recuerdos porque no sé escribir fantasía, tengo que escribir de lo cotidiano”, reconoce la escritora, cuyo debut literario llegó de la mano de 'María, la frontera y el camino', un libro en el que repasaba sus recuerdos de infancia sobre el fenómeno del contrabando en la frontera entre Portugal y Extremadura. Antes, Picado ya había ganado en dos ocasiones el certamen 'Memòria de Dona' ('memoria de mujer'), organizado por la Diputación de Barcelona, con sus relatos 'Ultreya' y 'Dos vidas', que se alzó con el galardón especial del jurado.
Respecto a sus tres novelas publicadas hasta ahora, la autora explica que “no son una trilogía, son novelas independientes, aunque mantienen referencias unas a otras”. Al respecto, Picado admite que la historia de “amistad desgarrada” que se atisba en las páginas de 'El último camino' poco tiene que ver con sus vivencias personales. “Aunque todas las cosas que cuento son verdad, a mí la vida me ha tratado muy bien”, reconoce.