El 17 de septiembre de 2013 el ex alcalde ordenó mediante escrito público el derribo de la pasarela, amparándose en un escrito de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil en el que se indicaba que el 17 de septiembre de 2013 finalizaba el plazo concedido a la concejala Ana Blanco Cobo para que procediera a la demolición de dicho paso de hormigón.
El origen de la demanda radica en que la secretaria del Ayuntamiento advirtió al alcalde de que la concejala del PP tenía aún tiempo para presentar recurso contra la demolición del puente, y por tanto ello invalidaría la orden de derribarlo. A pesar de ello, la orden fue ejecutada por un empresario del municipio de Carucedo a primera hora de la mañana del día siguiente, 18 de septiembre de 2013.