Así lo denuncian los trabajadores, que asumieron en 2014 la gestión de esta fábrica de prefabricados de horgimón ubicada en la localidad ponferradina de Toral de Merayo.
En declaraciones a InfoBierzo, uno de los socios, Javier Fernández, no duda en señalar los hechos como un "acto de sabotaje" que ahora obliga a detener en seco los pedidos y la actividad "cerca de dos meses" para reponer todo el sistema eléctrico de la planta, después de que los cuadros eléctricos y de mandos fueran literalmente arrancados. "No se han llevado nada de la fábrica. No se trata de un robo, porque han dejado toda la maquinaria y equipos; sólo han ido a producir este daño para obligarnos a parar", y apunta que las pesquisas policiales se encaminan en esa dirección.
El acto vandálico tuvo lugar este pasado fin de semana, y a los puestos directos se suman otros indirectos de modo que una decena de personas se verán afectadas por este parón hasta reponer las instalaciones "justo en un momento de máxima demanda porque empiezan en verano las obras. Esto nos llevará a perder pedidos" apunta Fernández, quien además cuantifica en más de 60.000 euros los daños directos producidos en el "ataque".