La preocupación por los efectos nocivos de este gas se ha incluido en una nueva normativa, vigente desde finales de 2019, que modifica el Código Técnico de la Edificación y condiciona la futura construcción de edificios. Estos deberán contar con una barrera antirandón bajo la vivienda (nivel 1) a la que sumar un sistema de ventilación del subsuelo si el municipio en el que se construirá se considera afectado por el randón de nivel 2.
Todos los municipios de El Bierzo, excepto Trabadelo, deberán adecuar sus construcciones a la nueva normativa para evitar los posibles efectos del gas radón, aunque debido a su nivel de concentración se dividen en dos niveles. Según detalla Diario de León, los más afectados -y, por tanto, los que deberán tomar ambas medidas de precaución- son Barjas, Benuza, Candín, Congosto, Corullón, Igüeña, Oencia, Palacios del Sil, Páramo del Sil, Peranzanes, Ponferrada, Sobrado, Toral de los Vados y Vega de Valcarce. El resto de municipios bercianos -exceptuando Trabadelo- solo deberán instalar la barrera de protección.