La consejera de Sanidad, Verónica Casado, señaló que los antígenos de segunda generación son “muy buena acción en sintomáticos para cribados rápidos y se pueden utilizar para la detección masiva en población con una transmisión comunitaria e incidencia acumulada”, como ya se está haciendo, entre otros puntos, en Aranda de Duero, Miranda de Ebro, San Andrés del Rabanedo y Ólvega, y a partir de este próximo sábado en Burgos. Se estudia además extenderlo a Benavente.
De hecho, en su cuenta de la red social Twitter, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, anunció que el Ejecutivo está realizando una planificación para efectuar más test de antígenos “a gran escala en zonas o municipios con alta transmisión e incidencia y con tendencia creciente de contagios, siguiendo los criterios científicos”.
Sin embargo, insistió que tanto Bruselas como el Ministerio de Sanidad “establecen que no es oportuno, salvo que se den las condiciones”, que se resumen en contar con un entorno bioseguro, con doble entrada COVID y no COVID, con oficinas acreditas para pruebas de laboratorio, que cuenten con toda la dotación necesaria para proteger a los profesionales y que dispongan de personal sanitario “entrenado en esta técnica”.
El Ministerio comunicó a las comunidades autónomas que si alguna “consideraba que todos estos requisitos se cumplían”, que enviara su propuesta al Ministerio. Por el momento, esta mañana la Consejería de Sanidad ha mantenido un encuentro con responsables del Colegio de Farmacéuticos de Castilla y León para valorarlo. “Pero si no se cumplen estos requisitos se mantendrá en el ámbito sanitario”, reiteró Casado.
Además, la fórmula de la farmacia requiere disponer de un sistema de registro por si se detecta un caso positivo. “No se pueden generalizar hoy por hoy porque no hay suficiente desarrollo”, apostilló la consejera al término del Consejo de Gobierno, “y menos en la puerta de un restaurante”, sentenció, preguntada por esta medida que podría implantar Andalucía para mantener abierto el sector hostelero. “Es bastante complicado observar un espacio de bioseguridad. Si tenemos problemas para entidades tan importantes como en las farmacias, es más difícil reducirlo al nivel de restaurantes”, justificó.
En este sentido, el vicepresidente de la Junta y portavoz, Francisco Igea, aseguró “no verlo en esto momento”. “No parece que sea razonable, con este grado de desarrollo de los test, hacerlos en la hostelería. Las cosa evolucionan y veremos más adelante”, apuntó.
Por último, Casado recordó a los ciudadanos que ya ha comenzado el nuevo estudio de seroprevalencia que anunció hace unas semanas e invitó a todos aquellos que sean llamados a acudir a la prueba porque “su participación será muy importante”.