La faberense, víctima de una agresión de violencia machista por parte de su expareja y de un secuestro en el que también participaron, presuntamente, dos cómplices, ha tomado la decisión de instalarse en un piso tutelado de la Junta de Castilla y León por el temor a que le pueda volver a ocurrir algo a ella y a su hijo de once años.
A pesar de que su exnovio, I.R.G, ya está en prisión provisional y sin fianza, la mujer sigue temiendo por su vida al saber que las otras dos personas que la raptaron a la puerta de su casa la pasada noche del lunes siguen en libertad. No obstante, la Guardia Civil y la Policía Nacional siguen investigando a fondo todas las pistas relacionadas con el caso para poder esclarecer los hechos y dar con esos hombres. Decretado el secreto de sumario para que las nuevas pruebas no interfieran en la investigación y puedan alertar a los presuntos secuestradores, apenas ha trascendido que los efectivos están detrás de la pista de un coche oscuro, en el que se supone que metieron maniatada a la faberense para trasladarla hasta Bembibre.
La víctima recuerda que el vehículo era de dos puertas, porque fue introducida con dificultad en el asiento trasero. No se descarta que el turismo fuera robado o alquilado.
Por su parte, la agredida ha sido ingresada dos veces en el Hospital del Bierzo en las últimas horas debido a una crisis de ansiedad. Su traslado al piso tutelado ayudará a que la mujer pueda empezar a respirar algo más tranquila.