El secretario de Estado de Industria, Alberto Nadal, saluda a Óscar Lapostara (Carbounión) / Juan Lázaro (ICAL)

El presidente de la patronal minera, Óscar Lapastora cree que “el plan era necesario, era imprescindible un plan sectorial para que al menos pueda seguir habiendo ayudas durante un tiempo y las empresas puedan seguir luchando para ser competitivas”, señaló.

Lapastora, como al resto de los firmantes, añadió que “no es el plan que nos hubiera gustado” ya que los recursos que se han puesto encima de la mesa para las compañías “son escasos”, y esto va a repercutir en que “las compañías hagan ajustes verdaderamente importantes”. “Todo dependerá de los ajustes que se hagan a partir de ahora”, afirmó.

Para Lapastora, además de las compañías que ya están en procesos consursales e incluso de liquidación, aún habrá otras compañías que se queden por el camino, pero insiste en que este plan “tenía que existir”. El presidente de Carbunión recordó no obstante que “las ayudas irán decreciendo cada año así que los ajustes tendrán que ser progresivos también año a año”, de manera que lo que se haga ahora no servirá el año que viene, dejó caer.

Por su parte los sindicatos expresaron una moderada satisfacción sobre el acuerdo, “era el mejor de los posibles”, afirmó José Luis Villares, responsable del sector de industria extractiva de la Federación de Industria de Comisiones Obreras. “Es una pena que hayamos perdido un año con el anterior secretario de Estado, pero es el marco jurídico que necesita la minería del carbón”, aseguró. Ahora toca trabajar profundamente para solucionar los problemas de las empresas que están en una situación crítica y “tenemos que trabajar para que los trabajadores no queden descubiertos del plan”, matizó.

En el caso de UGT, Víctor Fernández quiso dejar claro que ha sido el acuerdo que “hemos podido alcanzar, no el que hemos querido”, para reconocer así el esfuerzo que han hecho miles de trabajadores de las comarcas mineras para que sea posible la firma de este plan. “A todos ellos deberíamos haberles hecho un monumento”, pero lo que se ha conseguido es este documento indispensable para la viabilidad del sector y de las empresas. “Esfuerzo en una etapa de crisis” que se ha hecho por parte de todos ya que “todos hemos cumplido”, sindicatos, empresarios y secretario de Estado.

“El acuerdo puede ser más apetecible o menos, pero no permitiremos que se le saque punta” dijo Fernández insistiendo en que ha sido “el mejor plan posible”. “¿Alguien se imagina que si hubiésemos podido sacar más de este acuerdo no lo habríamos hecho?” se preguntó con toda la intención. En este punto, el secretario de la FITAG fijó el objetivo a partir de “mañana mismo” en desarrollar los reales decretos sobre las prejubilaciones, las bajas incentivadas, la formación “y que nos dejen seguir vendiendo carbón”.

“Vamos a intentar que continúen las minas abiertas pero hay que ser valientes y poner la firma donde a veces escuece ponerla” expresó Víctor Fernández, que a principios de año no hubiera imaginado llegar hasta aquí, “hemos llegado hasta donde hemos podido”, insistió.

“Es el acuerdo posible pero no el deseable” describía también el plan el responsable de USO que fijaba lo “importante” en que “en 2018 no se tengan que devolver las ayudas”. “Empieza una nueva etapa en la que tenemos que trabajar muchísimo para consolidar el sector y la esperanza en las cuencas mineras”, indicó.

José Vía, secretario de acción sindical de Industria en el sindicato USO, no dudó en reclamar la solución del problema de los trabajadores de las subcontratas, “una espina clavada” en este acuerdo que volverán a recordar para que ellos también se puedan beneficiar de los planes sociales que contempla este acuerdo por lo que “iniciaremos esta semana los trámites necesarios hasta llegar a Estrasburgo si fuera necesario”.