En las denuncias presentadas, las víctimas eran titulares de negocios abiertos al público, por lo que alguno pagó el dinero exigido, entre 500 y mil euros, para evitar el perjuicio que podría ocasionarles el corte de luz. Además, el pago se exigía mediante la solicitud de datos de tarjeta bancaria y se declinaba cualquier otra posibilidad como la transferencia bancaria.
Ante este fraude, desde la Policía Nacional se hizo un llamamiento para que se desconfíe de este tipo de solicitudes de abono que se desarrollen fuera de los procedimientos normales de las compañías energéticas, que “ni amenazan con cortes de energía ni exigen el pago con datos de tarjetas bancarias”, explicaron fuentes policiales a través de un comunicado.
También se pidió que se desconfíe en el caso de que los llamantes proporcionen un número de teléfono en el que poder cerciorarse de la veracidad de la comunicación, ya que será un teléfono que pertenezca a otro de los autores de la estafa. En el caso de dudas, se recomienda contactar con el teléfono de información de la compañía para cerciorarse de que la llamada es una estafa.