La falta de respuestas por parte de la Junta de Castilla y León ha provocado que los padres y alumnos del CEIP Jesús Maestro de Cuatrovientos volvieran a protagonizar este jueves una nueva protesta en Ponferrada en la que el bocadillo ha vuelto a hacer frente al catering de línea fría que se sirve en los colegios públicos. En esta ocasión, la concentración fue ante la delegación regional y contó con el apoyo de otros tres colegios de la Comarca: el CEIP Compostilla, CEIP Toral de los Vados, CEIP Valentín García Yebra.
Las AMPAS siguen reclamando que la Administración apueste por una comida más saludable en los colegios. Hablan sobre la necesidad de recuperar los puestos de cocineros en los centros "para que los menús se elaboren a diario y no permanezcan envasados durante días hasta que se sirven, como ocurre ahora". Roberto Arias, uno de los miembros del consejo escolar del CEIP Jesús Maestro, insistió en las consecuencias que los catering de línea fría pueden producir a los menores, "por no hablar de la carencia de nutrientes que tienen los productos debido al proceso de elaboración al que son sometidos para su posterior conservación".
Con su bocata en mano, padres y alumnos de los cuatro colegios se asentaron ante la delegación de la Junta para seguir haciendo presión y provocar que "los responsables tomen medidas de una vez". A través de mensajes como 'Línea fría para la Consejería', 'No queremos un masterchef, sólo comer bien' o 'Somos humanos, queremos comer sano' los asistentes señalaron que no cederán en sus pretensiones "y seguiremos realizando medidas de este tipo hasta que nos den una solucion", añadió Roberto.
La distribución en envases de plástico sigue siendo la principal precupación de los adultos, dado que está demostrado que "pueden producir transferencias a los alimentos de sustancias químicas asociadas al cáncer, el autismo o las enfermedades autoinmunes".
Proceso del catering de línea fría
Cabe recordar que la comida se elabora en las cocinas de una empresa en León, donde la envasan en unas bandejas de plástico, las cierran con un film y las meten en un autoclave -aparato cilíndrico para esterilizar por vapor que contiene un líquido, generalmente agua, para someter los alimentos a presiones y temperaturas elevadas (80/90 grados) sin llegar a hervir-“, describe Roberto. Después, las bandejas esterilizadas y pasteurizadas, se distribuyen a los centros siendo conservadas en frío mediante abatidores.
El problema de este catering de línea fría es que las raciones llegan etiquetadas al colegio y ahí se recalientan y se sirven el día que corresponda. Es más, estos platos tienen un periodo de conservación de hasta dos meses, por lo que los escolares se están alimentando de productos que pueden estar cocinados desde hace semanas.
Para los padres no es entendible “que un colegio que dispone de una cocina en sus instalaciones, no elabore los menús a diario” como se hacía tradicionalmente. Es más, el centro “sólo cuenta con un regenerador en la cocina para recalentar las bandejas, haciendo simplemente un agujero al plástico” para ser servidas en el comedor. Actualmente acuden a este servicio entre 35 y 40 menores.
